viernes, 28 de julio de 2017

Cartas a un Desconocido

Pillé algunas en mi buzón


    ¿Cómo están camaradas?
    Yo ando bien, a Dios gracias, intentando no atrasarme más de lo que ya llevo. Esta vez les traigo desde mi rincón la obra de la chilena Yaritza Beiza Cerda, "Cartas a un Desconocido" con la editorial Santa Inés.

    No, no se engañen. Pese a su buen tamaño y el título no es una novela epistolar, sino un grupo de poemas. Sí, vuelvo a cruzarme con la poesía y debo decir que es un gran conjunto -Tal vez el más grande poemario que me ha tocado reseñar- enfocados en su mayoría en el amor, pero desde distintas luces, lo que a mi gusto le dio un toque más fresco.

    Para empezar, me sorprendió gratamente que no siguiera el estilo de separar los poemas en categorías; todos están juntos y si bien a simple vista son independientes, me dejó con la sensación de que iban contando una historia... o más de una, por medio de distintos sentimientos según el poema, con subidas y bajones como pasa en la vida misma cuando del amor se trata.

    Aunque la poesía no es mi lectura favorita y menos cuando trata de amor o romance (hay muchas de ésas), aquí me gustó encontrar en la pluma de Yaritza un potencial creativo en sus palabras, sin necesidad de ser muy sofisticadas y lo más importante: logró transmitirme la emoción del escrito. He aquí un pequeño ejemplo para compartir del poema "te dejo libre", uno de los que aparto como mis favoritos:
"He abierto los ojos,
he entendido tus palabras.
Y mis labios los cierro
para que no te digan nada."

    Siendo su primer libro, seguramente a la autora le hará falta pulir varios detalles (y alguien más versado en el tema podrá ayudarla) pero en mi opinión va bien encaminada y me entretuve bastante con la lectura. Quizás la única queja que tengo es, como supondrán, la variedad del tema: me gustaría verla salir más allá del "amor" y creo que tiene la pluma para eso.

    Otros poemas que destaco de buena forma son "Sin culpables" del que me encantó cómo mostró la relación de unos amantes sin compromiso, o "Ven", cuyo juego de palabras encontré bien original. También "Lo que dejé de ser" con el que me identifiqué en algunos puntos, y "Mandamientos" que me sacó varias risas.

   En fin, hay para todos los gustos. Sin más lo dejo junto a mis recomendados, especialmente a quienes gustan de la poesía y/o quieren divertirse adivinando qué traerá el siguiente poema (¿alegría, tristeza, furia?). Por mi parte, me despido con atraso dándoles mi consejo de siempre:

¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

jueves, 20 de julio de 2017

Esos pequeños gestos

Con los grandes detalles


¡Hola compañeros!

    Ojalá estén bien y con menos tareas que yo. Al menos una de ellas la traigo lista aquí con el libro del día; uno chiquito con un gran mensaje: "Esos pequeños gestos", del Chileno Patricio Sesnich Espinoza.
    Y el resumen va con el tamaño: el libro es un conjunto de relatos dialogados, con un estilo que me recordó los guiones dramáticos, en donde si bien cada texto tiene un historia diferente e independiente, comparten entre si el mensaje general que da el libro, mostrar entre líneas, distintos tipos de relaciones y lo fuertes o débiles que pueden ser.

Ahora vamos a lo bueno: ¿Qué me pareció? 

    Me recordó el sabor a chocolate con naranja; ambos me gustan, pero no me los den juntos. Me explico: uniendo lo bueno entiendo el mensaje del autor, la idea en cada texto y la enseñanza del libro en si; que es aprender a valorar esos detalles que, si bien para unos podrían ser cotidianos, par otros pueden marcar la diferencia, y cómo éstas pueden ser tan frágiles en ocasiones. Algo que resalta en la historia de Abelardo y Tristán, una de las que destaco positivamente.

    Debo reconocer que, con historias como esa y la de "Graciela, Jacinta y Marita" el libro me dejó con la sensación de estar leyendo una feroz indirecta de cómo estamos hoy en día. Con un afán de hacer todo rápido y amparados por la tecnología... ¿olvidamos darle calidad a nuestras relaciones? Es para pensarlo.

    En lo técnico no tengo mucho que contar: Siendo relatos cortos, aspectos como trama o personajes no se lucen; sólo está el dialogo del que se pueden sacar guiños al respecto y, por lo demás en su mayoría va bien, pero no en todos los textos.... Y aquí viene la yaya que no me deja decir: "Sí, me gustó el libro" 
    Pues así como hubo relatos buenos (sumados el de "Elsa y Raúl" a los nombrados), hubieron otros que me dejaron una pesada sensación de forzado en el dialogo. Me costó imaginar a jóvenes veinteañeros expresarse con tanta palabra y detalle en una discusión (como fue el caso de Josh y Trevor, en sus respectivas historias). No sé, si hubiera sido más breve, más directo y al punto, tal vez lo hubiera sentido más natural. O tal vez, si Patricio hubiera puesto algunas ideas como visión narradora y no salidas de boca del personaje, quizás ahí se mantendría la esencia de la enseñanza sin alterar el dialogo, a mi ver. Pero como dije, ése fue el problema que encontré en algunos diálogos  y teniendo en cuenta que son el eje del relato... se me arruinó por completo.

    Bueno, ahora me meto en las patas de los caballos: ¿Es recomendable?
    Este es uno de los pocos que me deja en el limbo, con la idea de que cualquier respuesta será una mentira... Así que lo recomendaré a medias (?). Si bien no son pocos los relatos que no recomiendo, son varios los que sí. Asi que, por esta vez lo dejaré más a criterio de ustedes si quieren cruzar el río o prefieren quedarse con la duda. Yo mejor no digo mucho.

Sin más, me voy por una naranja, y después a mi rincón de siempre para cazar el siguiente libro.

¡Los invito a comentar si quieren, deseándoles felices lecturas a todos!
S.K. Seibert.

miércoles, 19 de julio de 2017

Cazador de Colibríes

Y al final no atrapó al colibrí


¿Qué tal amigos?
Aquí sin más tardanza (de la que ya llevo) les traigo el libro del día: “Cazador de Colibríes” de la chilena Camila Durán Barrios, y la editorial Puerto de Escape.
   La novela nos traslada a una especie de mundo irreal, donde el protagonista despierta perdido en medio de una playa casi desierta. En el proceso de buscar la salida y sus recuerdos (porque sí, ni de su nombre se acuerda) conoce a animales parlantes y otras personas… digamos peculiares, y se ve involucrado en un especial juego, donde la apuesta es tan grande que podría perder su alma, si falla. Pero no estará solo: Bip, un colibrí lo acompañará en la travesía ayudándolo a superar los obstáculos.
   Siendo catalogada como una novela fantástica y de autoayuda, se nota desde las primeras líneas el porqué de ambos motes, tal vez, algo demasiado. En fin, empecemos por lo bueno… ok, no me miren así, vale que hay sus detalles que no me gustaron mucho, pero, vamos con lo lindo primero.
   Con los personajes, me gustó la forma de presentarlos, si bien la historia se centra en el protagonista y Bip, siendo los demás personajes episódicos, aplaudo el que la autora haya dado la dosis justa de descripción, sin dejarlos muy vagos pero tampoco latear con información innecesaria. Pero al desarrollarlos, no sentí que se dieran a conocer tanto, no obstante tampoco me incomodó aquello.
   Otra cosa que me gustó fue la manera en que describe los lugares y ciertos momentos, me dio una buena visión del panorama y me gustó su fluidez. También el que como una conclusión de los personajes, incluyera de vez en cuando ciertas frases, que bien pueden usarse para reflexión del lector (No por nada es de autoayuda). Ahora bien, el queridísimo enganche fue sutil, muy sutil… sentí que tenía más poder oculto pero no me llegó tanto, y creo que la razón está en la trama.
   Y… sí, aquí vienen los detalles que me hicieron ruido.
  La trama no me gustó; se capta la idea de la autora en mostrar una historia de fantasía, en la que entrelíneas se entienda la “ayuda” para el lector en su realización personal (treta que suele usarse en otros libros de la misma índole) pero… aquí sentí que la mezcla no salió bien. Por un lado, hubo varios aspectos que no entendí; o sea, me quedó claro qué hacían los personajes, si Fulano saltaba la comba y Mengano prefería el tobogán, pero… porqué hacían eso, qué querían lograr… nada, ahí me quedé en blanco. Quizás la autora quiso dejarlo a interpretación personal y yo no di en el clavo, no lo sé. Por otro lado –y tal vez pasándonos al otro extremo, ironía– en otros momentos la visión del mundo fantástico se me fue a las pailas, con ciertas aclaraciones de los personajes; por ejemplo,  aparece un lobo parlante en la historia y ayuda al protagonista, todo bien, pero en cierto momento éste le confiesa que en realidad “es la vida”…. En vez de dejarme interpretar por las mías algún significado oculto, me lo plantan en la cara y…. obvio que ahí ya no puedo ver a los siguientes personajes como tales, y la fantasía de la novela se me va al Caribe. Debo decir que esto último no ocurre tanto, pero sumando ambas cosas claramente no pude enganchar con la historia, que de lo poco que pude concluir, me dejó con la idea final que la realización personal está ligada al amor romántico (algo que no comparto del todo, pero bueno).
   Como imaginaran con lo último me temo que no lo recomiendo, ya que no me entretuvo y además, aún con sus puntos buenos, siento que no son suficientes para hacerle peso al lío de la trama.
   Y así tan rápido como salí, vuelvo a mi rincón en busca del siguiente libro, del que espero traerles luego nuevas noticias. Como siempre los invito a leer y opinar (es gratis, así que no se arruguen)
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert