lunes, 24 de diciembre de 2018

Recuerdos en Versos y Poemas

Recordaré esto
tejiendo mi cesto,
pensando en ti Rosa,
bella y gorda como una osa



¿Cómo están amigos?
   Acabo de tomar mi pastilla para la tolerancia, porque sí, tropecé en mi rincón con otro libro de ésos que me tientan de ver si les nacen alas al arrojarlos por la ventana. ¿El causante de mi migraña? Recuerdos en versos y poemas, del chileno Víctor Manuel Godoy.


   Como advierte el nombre, es un poemario, en su mayoría dedicado al amor. Es un libro pequeño que bien puede leerse en una tarde y… vale, siempre he dicho que la poesía no es mi área; no soy la más experta en versos, rimas y demases, pero si hasta yo siento que algo está haciendo ruido… Houston, tenemos un problema.


   Lo siento, intento pensar en algo bueno y… tal vez lo único que pueda rescatar son los tres o cuatro poemas que no hacen referencia al amor, por variar el tema. Pero, aparte de aferrarse al amor en sus poemas -un aspecto de por sí, bien manoseado en el área- también me encontré con algunas faltas ortográficas del tipo “harbol”... y a mi gusto, lo más complicado: la poca originalidad a la hora de hacer los poemas. Ok, no pido obras magnas pero, encontrarme con algo como esto: “el agua se las llevó a sus fosas, mis flores y tus flores eran hermosas, se llevó los corazones tu nombre y la flor, lo que no se llevará es mi amor” … y en la estrofa anterior pillar “dibujé para ti unas flores hermosas”... Mejor llamo a un jardinero para podar tanta planta.


  Sin querer tirar saña, debo reconocer que en casi todos los poemas al menos una vez se dijo “rosa, hermosa, mariposa, flor”... Bien, tendré suerte si sólo fue una. ¿Van entendiendo el lío? Con tanta variedad de palabras y sinónimos, el autor repitió como loro las mismas; ¿y las más comunes encima?....
   Puedo aceptar que se empeñen en hablar del amor, también que hayan faltas ortográficas (ahí se echa en falta la editorial, que por lo visto no hubo en este libro) pero, si no hay creatividad… no, simplemente no. Out, fuera… ¿a otra cosa, mariposa?


No hay mucho más por decir, y no, no lo recomiendo. Si igual quieren leer, advertidos están.


¡Felices lecturas para todos!
(y mejores ojalá)


S. K. Seibert







sábado, 15 de diciembre de 2018

Viento Salvaje

Los tratos que se hacían en esos años


¡Hola amigos!

    Tras una visita inesperada de migraña, que digamos me tuvo ocupada todo un día, les traigo la siguiente lectura: el segundo libro que leo de la autora estadounidense Patricia Ryan, así que ya puedo esperar un ambiente de época medieval y su cuota de romance. Sin más, les cuento cómo me fue con “Viento Salvaje”.

    Esta vez la historia nos muestra el dilema de Nicolette de Saint Clair, quien tras haberse casado para recibir su herencia, debe saber tener un heredero si quiere conservarla, pero hasta la fecha eso no ocurre y su esposo está muy enfermo. Paralelamente y sabiendo lo que está en juego, será éste quien le propondrá a su primo, Alexandre de Perigeaux, el engendrar un hijo en Nicolette y salvarla de la ruina; todo esto ignorando que fue justamente él, el amor al que Nicki renunció años atrás por cumplir su deber, destrozándole y destrozándose el corazón.

   Partiré diciendo que me empecé con entusiasmo la lectura y la terminé con sentimientos encontrados. Lo primero ¿me gustó? Sí... pero hay detalles y comparaciones que me son difíciles de ignorar, algunas espero que sólo sean porque es mi segundo libro, y los demás me sorprendan. De partida me encantó la portada -Ok, una nimiedad pero tenía que decirlo- y ya entrando en lectura me encontré con un enganche inmediato, donde la descripción de lugres y momentos, junto a un ritmo fuido y entretenido ayudaron a que éste no se fuera en toda la historia. De la ambientación nada que decir, estuvo a al altura de lo que esperaba encontrar y destaco un pequeño fragmento que les comparto acá:

“Le atrajo la atención el escritorio con la cubierta inclinada y la silla pegada a él. Encima, en hileras muy ordenadas habría unas dos docenas de plumas con el cañón manchado con tinta, de diversos tipos y tamaños. Cogió el cortaplumas con mango de hueso y se pasó la hoja por la mejilla, para evaluar su filo; estaba afilada como para afeitarse. Una hoja de pergamino, en blanco pero con las rayas trazadas, estaba fijada con alfileres al tablero, junto a una tabilla encerada y un estilo.” 

Como lectora amante de letras que soy, me dio cierto placer esta imagen de cómo era el escribir en esos tiempos, además de acordarme que años atrás quise tener una pluma para escribir, jajaja.

    La trama estuvo bien... pero pudo ser mejor. En algunas cosas fue predecible, aunque es de esos casos donde sabes cómo terminarán los personajes, mas no la forma en que llegan a esa situación, y esto último me atrajo. Eché de menos un poco más de acción pero del romance no puedo quejarme, fue sin duda el dueño y señor de la trama... un romance más adulto debo aclarar, porque si, hay flores, mariposas, y un par de momentos no aptos para niños. Otra cosa interesante es que con todo un panorama no tan intrigante por sí solo, sentí cierta tensión por el no saber las decisiones de los personajes, con todo el embrollo y la duda de qué pasaría con la herencia, en especial en la última parte, donde algunos me dieron más de una sorpresa en el clímax. Peero, el final la jodió, dejándome con gusto a poco, así de simple.

    Metiéndome de lleno con los personajes, aquí tengo flores y piedras por igual. Me gustó el desarrollo y las interacciones, ninguna la sentí forzada y en esto destaco las conversaciones de Milo y Alex, donde además se nota la tozudez de uno y la moral del otro frente a un tema delicado. También los detalles referentes a las creencias de la época -como el comentario de Berte de que “hacer ocupaciones de hombres” podía influir en volver estéril a una mujer- fueron unas joyas para imaginarme cómo eran las cosas en esos tiempos. Lástima que ninguno destacó como para considerarlo mi favorito, quizás porque en algunos momentos sentí que se repetían los moldes. Si, aquí va la primera piedra, y es que por dar un ejemplo, de nuevo me encontré con un personaje considerado “loco” por sus ideas adelantadas en las ciencias, por suerte éste fue secundario; pero con el hombre protagonista, tristemente también sentí que se repitió la tónica de un tipo libre, que por x motivo elige no tener familia, famoso por su atractivo con las mujeres, pero con ninguna cae /excepto la protagonista, claro está. Ojalá los siguientes libros me muestren que sólo tuve mala cueva con éstos y no es un falla de la autora. Otro detalle que me hizo ruido, y admito que me hace preguntarme si será algo del género o no, es la manía de que el hombre principal (protagonista, o amor de la protagonista) sea perfecto, físicamente. Y aquí la cosa fue más allá. Alex tiene muchas cicatrices visibles y sin embargo, lejos de afearlo, eso le da, y cito “un matiz de misterio en su belleza”... (y acá agarré mi cojín especial para cabezazos, porque ya me aburrí de sufrir migrañas con la pared)
    Compensando con algunas flores, y aunque no fue un favorito pero sí me hizo reír en cierto modo, destaco al villano, que no es ningún secreto su identidad en la historia, pero fue bien divertido estar en su cabeza y ver cómo planeaba cosas y luego, por gajes de la vida, éstas se iban a water y le daban una urticaria creciente con las páginas. El enredo de las copas fue un total chiste y lo sucedido con el Abad, bueno, admito que ahí hasta sentí un poco de empatía por sus esfuerzos para biocotearle la vida a los protagonistas.

     En suma, fue una lectura entretenida, con hartas páginas que pasaron rápido igual, me gustó pero debo ser honesta: sólo la recomiendo para los románticos declarados, o quienes no busquen algo que te mantenga en ascuas todo el rato. Sino... te aburrirás, qué te voy a decir.
    Sin más, vuelvo a mi rincón para ponerme al día... siempre me ha gustado Diciembre, pero ahora no, la pega se ha vuelto más densa y me quita tiempo de lectura, snif.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

viernes, 16 de noviembre de 2018

La vida simplemente

Demasiado simple


Hola compañeros! ¿Qué tal?

     Cuando eres amante de los libros y tienes deudas con la biblioteca, resulta muy útil haber tenido una abuela lectora que poco menos tuvo su propia estantería en vida. Bien lo sé yo, que me quedé con el 80% de ella; lástima que sus gustos hayan ido más por la parte pedagógica, aún así rescaté varios y un par fueron robados -aún me lamento por eso-. De esa herencia aparece este querubín, una novela llamada “La vida simplemente” del chileno Óscar Castro, y la editorial Andrés Bello.

    La historia arranca con Roberto Lagos, contada por él mismo y que trata básicamente de su vida, una infancia rodeada de pobreza, con sus visitas al prostíbulo del lugar, Con el tiempo y ciertas vivencias irá aprendiendo y encontrando la forma de salir adelante y progresar.
Ok... leo esto y lo encuentro fome... pero siendo muy sincera, no sé cómo explicar de qué va el libro, el porqué, ahora mismo se los cuento, pues fue el principal lío que pillé.

    La trama, sí, acá está el cable roto: la historia no está mal, tiene sus momentos alegres, tristes, algunos de plano me indignaron, en eso todo bien, peeroo... no vi ninguna línea, nada que fuera una columna vertebral de la historia; al protagonista le van pasando las cosas pero no hay un obstáculo destacado o una meta específica del chiquillo... simplemente vive; tan así que podría separar los capítulos en cuentos pequeños y seguro funciona. Ok, fuera de bromas, debo decir que la primera con la segunda parte estan tan independientes entre sí, que pudo haberse hecho en serio, y habría quedado hasta mejor incluso. Como la historia aburrida no es, todo esto podría salvarse, si no fuera por la total ausencia de clímax. Porque lo ocurrido con Mariángel no fue un clímax... y si quería serlo, no destacó nada. Hasta lo del colegio podría haber tenido más power a mi gusto. Para rematar el final, ufaas, llamarlo abrupto sería lo menos, quedó con gusto a poco y sólo lo sentí como un cierre de una de tantas anecodtas del chiquillo. No, no me gustó nada.

    Tras pasar lo peor y metiéndome con los personajes, me pasó algo curioso: estuvieron bien trabajados y coherentes, pero ninguno salió mucho de las sombras. Irónicamente, el único personaje que más me llegó fue un secundario de quien ni se dijo el nombre: la mamá de Roberto, prácticamente la pude ver, oír y sentir cuando aparecía, me encantó cómo fueron mostrando su personalidad y sus luchas.

    Ahora sí, lo que rescato totalmente y ojalá se repita en otros libros, me quedo con la narrativa: el estilo del autor, la forma de mostrar los sucesos, personajes y emociones, todo eso fue un siete. Las pequeñas anécdotas buenas y malas que vivió Roberto me engancharon de una y estoy segura que fue por eso que no dejé el libro a la mitad, como en un inicio creí que haría. Admito que al empezar a leer temí que podría dramatizar demasiado lo del “pobre niño rodeado de un mal ambiente” pero me llevé una buena sorpresa ahí, pues el autor ni hace eso, ni lo dulcifica, simplemente muestra los hechos tal cual pasan, lo que hasta ahora no dejo de aplaudir.

    Pesando lo bueno y lo malo, mi balanza esta vez se inclina a no recomendarlo. A grandes rasgos está bien hecho, pero no es un libro que me haya llenado -sin contar lo del clímax y el final- a lo mucho diría que sirve como lectura para pasar el rato, una que no te hará rabiar con incoherencias de personajes o trama, jajajaja. Pero, yo al menos, no lo volvería a leer.

    Sin más, vuelvo a mi rincón... y al trabajo, a ver si puedo avanzar con lecturas entre medio.
¡Deséenme suerte! Un libro listo, una reseña lista, ya saben.
¡Felices lecturas para todos!
S.K. Seibert

lunes, 12 de noviembre de 2018

El Perfume




¡Hola amigos lectores!

Hoy les traigo esta novela clásica que seguro muchos ya conocían. Personalmente oí hablar de ella y hasta me encontré por la película por ahí, pero seguí con el zapping porque quería leer el libro primero y me coincidía también con el reto literario: “Leer un libro que tenga película (y no hayas visto)”, así que un buen día lo encontré en la casa de una amiga y sin más preámbulos, aquí me tienen contándoles cómo me fue con “El perfume: historia de un asesino” del alemán Patrick Suskind.

Tal como spoilea el título, el libro nos muestra la vida y obra de Jean–Baptiste Grenouille. Literal, desde que nace hasta su muerte -en un cementerio, vaya...- vemos cómo este perfumista termina siendo asesino de muchachas, y más interesante aún, la íntima conexión de ambos roles, basada en su peculiar don y motivación, que nada tiene que ver con lo que uno esperaría de un asesino serial y que, a mi ver, resulta el mayor atractivo de la novela.

Comenzaré con la narración y con un punto que sigue sorprendiéndome: los diálogos son casi nulos. Es la primera novela que me sale con eso y hasta hoy no lo habría creído posible, más si hablamos de un clásico. Lo más cuático y que hace que me saque el sombrero con el autor, es que no los eché de menos, lo que dudo que sea fácil de hacer. Pero... sí, acá viene el odioso pero, justamente como algunos imaginan, lo que no tuvo en diálogo sí lo hubo en descripción lo que por un lado ayudó a entender cómo era cada personaje -valga añadir que por lo mismo en su mayoría no me irritó, pero también se dio vueltas repitiendo una misma idea, lo que volvió fome la lectura en algunos momentos. Destaco en específico la presentación de Baldini: si bien no me molestó tanta divagación, la sentí innecesaria... incluso me salté una plana entera a ver si me afectaba y no... no me perdí de nada nuevo (No miento, ¡diez hojas, para explicar algo que pudo ser en cuatro!)

El tema con los personajes se pone complejo: técnicamente tenemos a la garrapata protagónica, y a otros que van apareciendo por su vida. El autor jugó bien con las descripciones, yendo más allá del físico y la personalidad, mostrando sus motivaciones, historia, miedos, etc. Aún así, de quién puedo hablar más es de Grenouille, quien me fascinó con todo lo relacionado a su don y el poder que eso le daba y a la vez que me aterró su total falta de empatía con el resto. Literalmente, veía a los demás como algo para usar y tirar según su necesidad, junto a, irónicamente, un total anhelo por ser venerado, que rayaba en un egocentrismo tamaño titanic. Es cosa de ver su razón para hacer todo el circo que hizo... decir que estaba perturbado sería un lindo eufemismo. Vale, aún escribiendo esto me encantó lo bien trabajado que estuvo... y por nada quisiera encontrar a Grenouille por ahí.

Ya lo dice el dicho: lo mejor para el final.
Y aquí... no aplica mucho, porque la trama fue más simple de lo que imaginé. Jajajaja….
Esta no tuvo mayor sobresaltos, ni lagunas, el motor del protagonista es más claro que el cristal y porfiado como él solo, va directo al mismo. Pero, de simple a fome hay un paso y acá en algunos momentos, como el de la montaña -en que Grenouille su fumó de la buena a mi gusto- cruzaron la valla con ganas. En honor a la verdad no todo fue tan tranquilo: desde la segunda mitad del libro (curiosamente cuando abandona la montaña), el ritmo empieza a tomar más velocidad lo que encendió mis ánimos y al enganche, y ya llegados al clímax hay unas vueltas de tuerca que no me esperaba, como que lo atraparan. O el final en sí, que fue muy abrupto, adoc con el personaje (igual lo sentí como mazazo en la cabeza).

Creo que no tengo nada más de que decir, excepto que le pondré cuatro estrellas en goodread. ¿No les había dicho que tengo una cuenta? Pues sí, tengo una y he ido calificando algunos libros de los leídos ahora, antes y mucho más tiempo atrás. Así que, dejándoles ese dato me despido. Buenas lecturas a todos!


domingo, 28 de octubre de 2018

Lo que se viene

Bueno queridos lectores:

¡Aquí estoy de nuevo poniéndome al día!
Les traigo aquí una foto con los siguientes libros que tengo en mi lista, y que verán en las siguientes reseñas!



      Mi plan es tenerlos pronto listos y eliminar fechas atrasadas de las reseñas, peeeeero, como habrán notado no se me ha hecho muy fácil conseguir el tiempo, así que deseénme suerte en la siguiente hazaña. Jajajaja

      Comentando sobre los libros en la lista, les puedo decir que el que más me llama la atención es "En contra del Destino" de Amy Tan (el Club de la Buena Estrella); ya que habla sobre la vida de ésta, además de, como insinúa el título, mostrar la experiencia de alguien que supo marcar su propio camino. El segundo lugar se lo lleva "Viento Salvaje" de Patricia Ryan, ya que si bien tuve una excelente experiencia con la pluma de su autora, la trama se ve más predecible aunque... podría llevarme algunas sorpresas. Pero, el primero del que les hablaré es "El Perfume" de Patrick Suskind ¿Por qué? Es un clásico con película y todo, que tampoco he visto ya que estamos, del que me hablaron lo bastante para dejarme metida. Espero que el asesino esté a la altura de mis expectativas.

    Y bueno, a ustedes ¿Cuál les interesa? ¿Tienen alguna recomendación?

¡Saludos y como siempre, una muy feliz lectura!
S.K. Seibert

jueves, 25 de octubre de 2018

Armonía Rota

El nombre más yeta que hay


¡Hola a todos!

    Aquí me tienen, volviendo con las novelas que tienen un misterio por resolver como eje. Y si sumamos el factor que la autora es una de mis favoritas, no tenía dónde perderme. Sin más les cuento cómo me fue con Bárbara Wood y su novela “Armonía Rota”.

    Charlotte Lee se encuentra en una encrucijada: ya van tres muertes relacionadas a los remedios que fabrica su empresa y las investigaciones la tienen en la mira. Para colmo, el causante la chantajea por la red, dándole motivos para temer que es alguien cercano a su círculo ¿Quién y por qué? La única forma de saberlo será dando un vistazo a su pasado, todo mientras se realiza una feroz cacería a contratiempo del criminal.

    Desde ya digo que la novela en sí la disfruté bastante, valga agregar que la autora es una de mis favoritas. Me gustó mucho la forma en que Wood nos muestra todo con lujo de detalles, sin que esa descripción sea forzada o pierda fluidez del relato; todo va natural, bien distribuido y fue genial poder "ver" lo que iba pasando; además de sentir la presión mientras cazaban al minsterioso asesino, algo que si no fuera por un par de momentos románticos que frenaron esa velocidad, diría que estuvo perfecto. 
    Aprovechando el vuelo destaco también el detalle sobre la cultura China de esos años, lo que potencia su ambientación; esto igual se nota en la mezcla de ficción con los hechos la época, tal es el caso de la Segunda Guerra Mundial, que se presenta de fondo para causar mas lios a los personajes.

    La trama me atrapó desde el inicio, tiene un ritmo a tono con lo que va pasando, y la combinación de Armonía y Charlotte como voces principales es genial, no sólo fue bien distribuida sino que además uno descubre que tiene su razón de ser. Con el tema del asesino debo decir que si bien es atractivo, al final, resulta curioso que en el clímax esto queda replegado con todos los secretos que se van descubriendo, en especial uno que hasta descolocó a quien causó las muertes, ni hablar de cómo me dejó a mi, un WTF gigante.
    Ahora, como no todo puede ser lindo, no me gustó nada el forzado triángulo protagónico... O sea, si tu amor esta pasando por un momento difícil, estas pendiente de que como ayudar, ¿verdad? Pues acá, casualmente Forest deja botada a Charlotte justo cuando más necesita un hombro, y ¡Walá! ¿quien aparece sin que se lo pidan? Su ex de quien no ha sabido por años... oportunidad perfecta para que se muestre todo lo que él se la juega por ella, mientras el actual amor parece sufrir amnesia... ¿En serio? Charlie, si es así de dejado contigo, me sorprende que no le dejaras antes.

    Con los personajes me encuentro dispersa; en general me gustó cómo fueron trabajados, así como el que la autora se diera un momento para profundizar en ellos sin exagerar, pero por otra parte, extrañé ver imperfección en algunos "buenos"; por ejemplo Guideon, del que prácticamente usaron su corazón de trapero y... ¿De verdad no se molestó ni un rato con Armonía? Vale, no digo que le guarde rencor forever and ever, pero... O sea, un minuto de furia al menos sería más real, ¡vamos! ni siquiera dudó en seguir con el negocio juntos, todo el rato apoyando a la chica, como el enamorado eterno ideal...y más falso que un billete de 2500. Pero, por otro lado, con los " villanos" la autora sí se dio un espacio para mostrar sus conflictos y humanidad, con lo que me dejó completamente conflictuada, ya que no pude odiarlos a destajo. Mis favoritos fueron Margo con Adrián quienes al principio me caían como patada al hígado pero luego, uufa, amé su complicidad como pareja y me dió impotencia la situación que vivían; todo sin aprobar sus actitudes hacia la protagonista. Tenía madera para ser un buen equipo ese trío, pero bueno... los intereses chocaban, como en la vida misma.

     Para finalizar diré que este libro se suma a mis recomendados, me encantó la mezcla de romance y misterio que tuvo... lástima que no puedo decir lo mismo de su portada y contratapa, a la hora que me baso en ellas me pierdo una muy buena historia, jajaja.

Sin más vuelvo a mi rincón corriendo, ¡espero ponerme al dia antes de fin de año!
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Duda

Una duda que encanta... ¿O no?


¡Hola!
     Aquí me tienen, feliz como unas pascuas tras una buena lectura, y es que esta vez vuelve a la carga una pluma conocida: Víctor Ilich, quien junto a Rocío Castelló, Rodrigo Gómez y Patricio Acevedo, nos presentan su libro llamado Duda.

     Es un conjunto de textos divididos en tres partes: “Indubitadas instrucciones”, “Relatos dudosos” y “Sin duda, reflexiones visuales”; cada una con su sello propio, teniendo en común su referencia al mundo jurídico del que sus autores son parte. La primera parte me dio un excelente rato con su humor y porqué no, me acordé de Cortázar con su instructivo para subir una escalera (no por nada la dedicatoria imagino); entre tantas reglas destaco a los que me sacaron más risas:“Instrucciones para ser injusto” por su sutil ironía al invitar educadamente a pasarte por la raja la ética y otros caminos rectos, e “Instrucciones para nacer” que cual manual de windows trata algo tan cotidiano y con lo que todos nos sentiremos identificados.

     En “Relatos dudosos” en cambio, la cosa fue más seria con historias decidoras sobre situaciones judiciales que me dejaron con un lío de cabeza. “De cosas extrañas y conocidas” junto a “La justicia, a ratos, tiene mal olor” fueron mis preferidas, sobretodo la primera en la que se muestra una encrucijada que a cualquiera podría pasarle, y me hizo pensar en lo fácil que resulta culpar a otros, no así cuando se está al otro lado de la vereda. Del otro relato, puedo decir que empaticé mucho con la voz narradora, en especial en los últimos momentos donde sale a colación otro conflicto que varios (incluyéndome) conocen: el deber versus tu propia consciencia.

    La última parte y aquí viene el pero, me pareció la más floja, algo fome y en ciertos textos, dudosamente confusa. Sería “Error fundamental de atribución” el único que rescato totalmente: corto, preciso y con una verdad del porte del Titanic, expresada de una forma que, simplemente adoré.

     En suma, es un libro corto muy aclarador pese al nombre, entretenido y recomendable para pasar un buen rato, bajo riesgo de hacerte caldo de cabeza en algunas partes, pero bueno, ¿que libro no da ese riesgo? y del que concluyo, sin ninguna duda, que jamás sería jueza de nada aunque me paguen millones, con el respeto de los autores, jajajaja
Sin más vuelvo a mi rincón, ansiosa de pillar otras sorpresas.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert

viernes, 10 de agosto de 2018

¿Podremos reírnos en el silencio del cosmos?

El fumado mar verde


¡Hola amigos!

     ¿Cómo están? Yo con un resfrío que no me quiere dejar, unos líos de internet que ya arreglé y una oferta de pega que me resultó. Más buenas que malas noticias. Y sumándose al club les traigo mi última lectura: “¿Podremos reírnos en el silencio del Cosmos?” del chileno Jorge Alberto Collao, con la editorial Puerto de Escape.

     El libro es un conjunto de cuentos, de ciencia ficción y de terror, en su mayoría muy bien trabajados y entretenidos, en eso la pluma de Collao sigue teniendo la vara en alto. Personalmente disfruté más los cortos, aunque “Círculo” fue uno largo que logró encariñarme... y enredarme también jajaja.

    Hablando de enredos y pese a todo lo que me gusta el pulcro estilo del autor, hubo un cuento al que destaco porque con toda su buena prosa y redacción, hasta ahora sigo sin saber qué era lo que quería contar. Sí, se llama “En el mar verde” y para que se hagan la idea acá les dejo una muestra del inicio... 

“La brisa se entretejía con la suavidad aterciopelada de aquel caoba iluminado, mientras las verdes esquirlas se agitaban y volaban como pequeños seres mágicos, cayendo finalmente entre sus hermanos (….) Desnudos sus pies de cerezo igual como lo había estado siempre y su cabello sin atar, refulgía como un fantasma en la luz blanquecina y quieta del amanecer. Finas gotas de rocío brillaban tal diamantes hilados en collares misteriosos entre los vertices de cada esquina virgen, mientras ojillos curiosos buscaban beber aquel frescor de la mañana.”
     Me explotó la cabeza. Sí, preguntando a mi gente lo mas destacado fue un bosquejo de árbol, pero después salen al baile temas de guerras humanas y más cosas donde... metafóricamente hablando, el árbol se va de vacaciones.
¿Seré muy estúpida para este cuento? ¿Soy yo, Señor?

    Destacando lo bueno, me gustó como el autor manejó el factor sorpresa con los cuentos de terror, así como el que se basó más en lo “cotidiano” que usando factores como mitológicos, o paranormales por ejemplo; lo que dicho sea de paso me hizo pensar en la brutalidad de los que nos llamamos humanos, tal es el caso de “Escena en una casa” “Horizonte” y “Hogar, dulce hogar” donde lo terrorífico es pensar que puedes tener al lado a alguien así. “Tyg” es otro que me sorprendió harto por el giro que tuvo al final, si bien fue más de ciencia ficción, tuvo su detalle espeluznante... y cercano a nuestros tiempos, para más miedo.

    En suma, es un libro ideal para quienes gusten de los géneros nombrados, o quieran divertirse leyendo algo breve -Sí, los flojos acá no tienen excusa jajajaja-. Fue muy grato leerlo y sólo lamento no haber tenido más tiempo para él; como anécdota, jamás imaginé que estaría es ascuas por saber el final de un cuento... de una hoja.

Sin más vuelvo a mi rincón por un limón para la garganta.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert

PD: Después de leer me cuentan cómo les fue ¿eh? 

miércoles, 11 de julio de 2018

Historia Secreta de Chile

La Teoría histórica


¡Hola compañeros!
     Aquí me tienen saliendo de mi escondite con el libro elegido; vale que me atrasé con subir esta entrada, pero tardé más de la cuenta en terminar la lectura. Y como había dicho, para salir un poco de mis géneros favoritos, me las vi con un ejemplar diferente y del que seguro más de alguien escuchó: Historia Secreta de Chile, del chileno Jorge Baradit.

     Tal cual el nombre lo dice, el libro se enfoca en mostrar aspectos menos conocidos de la historia de Chile, con un toque cuasi anecdotario y divididos en capítulos independientes, siendo la mayoría teorías apoyadas en aspectos históricos, algunas con bastante sentido hay que decirlo.

     Admito que al comenzar a leer creí que encontraría un estilo más formal, tipo documentalista; sin embargo, la pluma de Baradit la encontré fresca y logró atraerme al contexto de la historia, además de tener un ritmo rápido. Me dejó con esa familiar sensación de estar oyendo una anécdota cercana, y supo desde hacerme reír hasta ponerme a pensar en temas mas densos, como con el capítulo de Ingrid Olderock que me paró los pelos, mientras que el de Manuel Rodríguez fue uno de mis favoritos.

     Tristemente todo ese plus se desaprovechó a mi gusto, al trabajarse en supuestos y no en hechos comprobables, junto a tener en momentos, un toque medio carbonero que buscaba provocar, lo que sentí exagerado y forzado en la lectura.

     Llegando a la pregunta del millón, aunque yo lo encontré fácil de leer y de por sí está bien trabajado, no me convence para recomendarlo. ¿Por? Está muy encasillado en su tema, y es tan simple como que si no te interesa escarbar en la historia de Chilito, a la larga termina cansando por defecto.

Sin más, vuelvo a mi rincón esperando tener una lectura más rápida con el siguiente jajaja
Como siempre los invito a leer y comentar, con mis mejores deseos:
¡Felices lecturas para todos!
S.K. Seibert.

martes, 19 de junio de 2018

La Espía de la Corona

Prefiero el nombre original

¿Qué tal amigos?
     Yo me encuentro bien protegida del frío con una estufa mientras escribo, trayendo esta vez a un amigo diferente a lo acostumbrado... algo, bueno, sigue habiendo su cuota de misterio pero sin duda el género reinante aquí es el romance: sin más les presento a La Espía de la Corona, de la estadounidense Patricia Ryan.

     Ambientándonos en la Inglaterra del año 1170, la historia nos muestra a Phillipa de Paris, una joven que gracias a cierta reputación con la que carga, resulta elegida para ser reclutada por el rey Enrique y espiar al diácono Aldous Ewing, sospechoso de traicionar a la Corona. Para ello tendrá de aliado a Hugh de Wexford, con quien trazan un plan que parece perfecto, pero entre sus fallas la principal y menos prevista será la traición de sus propios corazones.

     Bien, bien, partiré hablando de algo que busco y me gusta mucho en estas novelas, y es la ambientación histórica, donde debo reconocer que Ryan acá me dejó más que satisfecha; desde la mala fama que sufre la protagonista por su preferencia a los estudios filosóficos y la soltería, o por recibir en su casa a hombres hasta altas horas de la noche, hasta aspectos más detallados como la forma de referirse al paso de las horas, con palabras como “maitines”, la ambientación es muy rica en detalles, se nota que la autora se informó bien, lo que me ayudó mucho para meterme en la novela y disfrutarla más. La narración en general estuvo bien, fluida y potenció un enganche que sentí desde las primeras páginas, aunque como dato anecdótico diré que hubo un momento que se me hizo eterno... no se, fome no era pero, tardé más en pasar esa escena que en leer lo que vino después. Lo chistoso es que fue justo en la mitad del libro, cual si tuviera que cruzar la media valla para seguir.

    Metiéndome con los personajes, debo decir que acá me gustaron más los villanos. El par protagónico también me gustó, estuvo bien trabajado, sufrí, me reí y enojé con ellos pero admito que hubo algunos detalles que en cierta forma sentí clichés... o sea, la clásica chica que carga con fama de zorra y al final es lo más casta que hay, o el tipo de alma libre que, justo con la protagonista no se le va la “obsesión”... vale, vale, lo sé, su género es el romántico pero en esos detalles no diré que me sorprendieron. Por otro lado ciertos malvados del libro sí lo hicieron, más que nada por su nula humanidad, y para qué lo voy a negar, me encantó haberle achuntado sobre quién estaba detrás de todo ¡ja! Si al final será cierto eso de que los personajes de quién el protagonista sospecha, nunca son al final.

     Con la trama... aaam, diré que hizo honor a su mote descriptivo de “romántica medieval”. Admito que aunque estaba preparada y no tengo nada en contra del romance -el mismo blog prueba que me han encantado novelas del tipo- igual a veces sentí que en el tema de la misión el parcito se quedaba atrás, con los corazones y unicornios. Por suerte en la segunda mitad del libro la acción resucita con bombo y platillos, y en honor a la verdad, hay que decir que ese mismo romance que abundó fue también una pieza clave para liar más las cosas a largo plazo. Lo que sí me pareció una jugada no buena, esta vez fue el mostrar muchas visiones. O sea, en su momento muestran que piensan los villanos... y ahí el misterio de lo que harán se va al diablo. Generalmente me encantan cuando muestran más allá del protagonista, pero acá, no eligieron bien al personaje si la idea era mantener el enigma. Ahora bien, antes que piensen que el clímax se perdió, diré que ciertos personajes salvan eso cuando menos lo esperas... si, yo también pensé que no me iba a sorprender de nada y al final fue un: ¡WTF! Así que sí, el querido clímax con su final salen bien parados en esta ocasión.

    Con corazones y todo fue una novela que disfruté mucho, es Romántica (con mayúsculas), muy bien escrita, con personajes que dejan huella, y que recomiendo especialmente a quienes les guste el género o la literatura de época. Los no románticos, bueno... leerán bajo su propio riesgo. Que sí, también hay acción y misterio, pero si buscas sólo eso, pues mejor ve uno de Sherlock.
Sin más ahora vuelvo a mi rincón... quizás pille algo de terror.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

PD: Datos frikis, husmeando por ahí, me enteré que el nombre original de esta novela es “The sun and the moon”, además de la segunda parte de una saga... más puntos a favor, ya que la pude leer sin problemas pese a ignorar la primera parte jajajaja.
Ahora... a ver cómo consigo ese libro... uuum.

viernes, 15 de junio de 2018

Tres Coronas Oscuras

Con esta hermandad, mejor soy hija única


¡Hola a todos!

     Aquí me tienen de vuelta a las andadas y otra vez con lecturas conspiratorias... qué le voy a hacer, me gustan esos embrollos y hacer apuestas sobre quién hará qué jugada antes que el libro me lo muestre. En esta ocasión, el amigo que les traigo es la novela Tres Coronas Oscuras, de la Surcoreana Kendare Blake.

    Acá nos trasladamos a la Isla de Fennbirn, donde la realeza se resuelve con sangre. Mirabella, Arsione y Katharina son trillizas y herederas por igual a la Corona. Poseedoras de un don especial propio, a la tierna edad de 16 años comenzarán la pelea por el trono. Una de vida o muerte valga decir, donde no importará estatus, método o aliados; sólo hay una norma: la última en pie se queda con la Corona.

    Debo reconocer que este libro lo comencé con harto entusiasmo, y aunque terminó gustándome, en la trama digamos que quedé algo contrariada. No estuvo mala, al contrario; pero sí tuvo un final que me descolocó totalmente. Además que empecé la lectura con la premisa de la batalla de las reinas en mi cabeza, anhelando toda esa acción y engaños prometidos... y de que hubo engaños los hubo, partiendo por del que fui víctima gracias al resumen de la contratapa, que más bien serviría para toda la saga que el libro en sí. La acción, se tomó su tiempo y relajo asomándose ya en las últimas páginas, así que por ese lado mala la cosa para mis ansias. Ahora, antes que se espanten y tiren al libro por la ventana, tuvo sus cosas buenas. El libro viene siendo más una introducción al conflicto, donde la primera mitad te va mostrando de la Isla y presentando a las reinas con sus aliados, algunos chupando más cámara que otros (Jules, Joseph, los miro a ustedes...), y en el resto ya se ven los humos del problema aunque lo esencial sigue siendo la visión del trío heredero y cómo emocionalmente se preparan para lo que se les viene encima. Sin embargo, pese a lo que relajado que podría parecer en comparación al resto de la saga -donde imagino que los ataques entre las hermanas lloverán- de aburrido no tiene nada, gracias a un regio trabajo de personajes, junto a una buena ambientación y varios pormenores que no sólo van poniendo a prueba a las elegidas, sino también muestran detalles de cada clan y cómo no, los famosos juegos políticos que no podían faltar en este escenario. Y si, ya dije que el final fue... un asco, ok, me frustré mucho al leerlo, fue abrupto y no concluyó con ninguna idea; por mucho que me gusten los finales abiertos, también me gusta ver que se cerraron ciertos temas en cada libro.

    En los personajes la cosa cambió y para bien. Me gustó la repartición de los focos tanto con el trío real como con algunos secundarios, que fueron agarrando power al mostrarse como verdaderos pilares para las protagonistas. Personalmente aquí destacaría a Natalia, su astucia y lealtad se llevan mis aplausos. Volviendo al trío principal, esperaba y me encontré con personalidades distintas y bien definidas a lo largo del libro, y aunque al principio me hizo ruido que las tres compartieran la inseguridad respecto a su rol, más adelante le vi sentido y me gustó que sus orígenes fueran diferentes, como diferentes son las chicas. Me hubiera gustado ver más acción en Katharina, en eso la sentí más replegada por las tramas de sus hermanas, pero... algo me dice que la cosa cambiará en el siguiente libro. Por otro lado, el caso de Mirabella me resultó el más curioso ya que si bien las tres tienen el camino negro, ella empieza con una destacable ventaja pero también, se enfrenta a un obstáculo al mismo nivel y que la diferencia de sus hermanas. En cierta forma me pareció la más madura, con más consciencia y quizás por lo mismo, quien la tuvo más difícil contra todo pronóstico. Y así como en la trama me frustré con el final, acá los personajes me rescataron de esa sensación, porque el trío se pega su buen estirón al terminar el libro y sus visiones del panorama cambian radicalmente a como cuando empezó la historia.

    Hablando de la narrativa el ritmo se mantiene fluido y constante y la lectura se me hizo rápida; el enganche hace aparición desde la primera página, donde ya te muestran la situación de una de las protagonistas junto al que podría ser, su primer desafío. La ambientación también ayudó bastante en la presentación de este nuevo universo, aunque eché en falta en algunas partes la aclaración de las distancias, léase que los viajes parecían demorar minutos en vez de horas jajaja; pero mayormente me fue bien por estos lados.

    Es una interesante novela, distinta a lo que esperé y que te deja con muchas ansias de leer la continuación, aún con ese final tan abrupto... doy fe de ello y paso el dato también jejeje. Así que sip, la recomiendo en especial a los amantes de la fantasía y a quienes gustan de este tipo de líos en las historias. Dicho esto vuelvo a mi rincón para terminar mi lista de pendientes, que parece crecer cuando no la miro.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

miércoles, 6 de junio de 2018

La Reina Roja

Sangre azul, eres cosa del pasado


    “En un reino donde el color de tu sangre marca tu destino, los Rojos viven bajo la opresión de los Plateados, verdaderos súper humanos, autonombrados dioses, con habilidades y poderes que les permiten hacer lo que les dé la gana. Así han sido y son las cosas, pero... ¿Qué pasaría si una Roja de pronto muestra esas habilidades? Peor aún ¿Qué pasaría si los Plateados supieran de ello?”

¡Hola compañeros!
    ¡Estoy feliz! Las deidades de arriba escucharon mi súplica y ahora vengo con una lectura más placentera. Gracias también a la biblioteca y a una buena portada, porque la contratapa me sonó un poco predecible, pero, como me gustan las historias que juegan con las artimañas políticas y de poder -cuando son bien tratadas, que si no....- caí en las garras de La Reina Roja de la estadounidense Victoria Aveyard.
Y... como imaginarán, no me arrepiento.

     Narrativamente hablando, es fluida y de lectura rápida, con un enganche lento al inicio, más que nada porque la introducción me fue algo cliché, pero mejora con las páginas. Siendo todo en primera persona, tengo un par de detalles al respecto: uno, que si bien es algo inevitable en estos casos que el factor sorpresa se potencie con la ignorancia del protagonista, aquí lo sentí muy obvio. Mare, nuestra Roja principal no tiene idea de casi nada en lo que se está metiendo y el 80% de los giros argumentales son por eso. Ni siquiera por algo que ella hubiera sabido pero saliera mal. Por otro lado, y siendo otra cosa que también pasa en estos narradores, hay un excelente trabajo a la hora de compenetrarse con el lector, y el truco de que éste tome las conclusiones de la protagonista como hechos certeros en vez de sólo ideas, pasa muy inadvertido.

    Los personajes... ¡me encantaron! bueno, a Evangeline la odié más de una vez jajaja, pero aquí hubo un trabajo que lo puedo resumir en dos cosas: el realismo conque fueron mostrados y la desconfianza. Porque siendo objetivos y pateando lo que pensó la protagonista del resto, llegó el momento en que no me sentí capaz de confiar en ninguno. Lo que me llevó a una incertidumbre que me fascinó y también me puse a volar con mis propias ideas sobre quién tendría más papeletas para dar la puñalada y cuando lo haría. Aunque me cuesta elegir en este libro, sacaría a colación a Cal y Maven, que junto a Mare los encontré mejor trabajados, y ya que estamos, el parcito fue quien me tuvo más en vilo con lo de las lealtades. A Mare también le doy espacio por un punto y es que... es una ladrona, algo que hasta en su familia se lo critican, no es lo más valiente, y mayormente parece egoísta porque actúa para sobrevivir. No encaja ni con la heroína noble que acepta su destino por el bien común, ni con la revolucionaria que mueve masas y se tira al vacío sin paracaídas. Es sólo una chica, con virtudes y defectos que se notan y que afronta lo que le ocurre como mejor puede.

     Viendo la trama, no negaré que tiene factores clichés -un gobierno opresor enfrentado a una rebeldía por debajo, una protagonista con vida difícil que viene a ser un eje clave en dicha rebelión, división de clases por grupos o colores- pero como otras veces he dicho: lo importante no son los clichés, sino cómo se trabajan. Acá, quitando la intro media lenteja, la acción hizo lo suyo pronto y cada vez me costó más dejar el libro para hacer otras cosas. Me gustó la crudeza de las situaciones, que sumado al realismo de los personajes me dio una sensación muy potente de creerme el cuento y preguntarme cómo diablos Mare iba a salir del lío, o en qué minuto alguien le daría una puñalada traidora. Buscaba juegos de poder y obtuve su buena cuota de eso... ahora de romance, pues si, hay un conocido triángulo pero, a Dios gracias, queda en un coherente segundo plano... y cómo no, si la vida de la pobre chica peligra cada dos por tres. Así que no esperen ver muchos corazones por acá. Del clímax nada que decir, adoc con el ritmo y la tensión del momento, rematando con un final que me dio más de una sorpresa y dejó clarísimo con carteles de neón que tiene segunda, y quizás hasta tercera parte. Así que ya saben, si alguien tiene el libro por ahi... se aceptan préstamos, jejeje.

     En suma, es una novela distópica principalmente de acción e intriga, que me gustó mucho y resultó más impredecible de lo que creí. Así que recomendada la dejo para quien quiera una buena lectura, en especial si es fan del género, o como yo, busca algo que muestre líos de poder con sus consecuencias.
Vuelo a mi rincón para seguir leyendo y traer novedades pronto, con más esperanzas que antes.
¡Felices lecturas para todos!
S.K. Seibert.

sábado, 2 de junio de 2018

Sanctum

Cadunt liberi

¡Hola camaradas!

    ¿Qué puedo decir? Sé que es uno gordo, pero tenía pendiente traerles la continuación de Asylum, y aquí me tienen, con el segundo libro de la saga de la estadounidense Madeleine Roux, del cual sólo adelantaré que... así como yo me aguanté la lectura, ustedes tendrán que aguantarme ahora.

    En Sanctum, la historia nos reencuentra con Dan, Abby y Jordan que intentan olvidar lo ocurrido en Brookline. Sin embargo, alguien desconocido les envía unas fotos inquietantes de una vieja feria, que sumado a una lista de coordenadas de casas cercanas al antiguo hospital, los convencen de volver a New Hampshire para aclarar el asunto. Sin embargo al llegar, descubren que después de años sin hacerlo, se ha vuelto a celebrar una feria en el campus, justo para Hallowen. Y esta “coincidencia” será sólo el principio.

    Bueno, al ser una continuación de otro libro, no puedo evitar hacer algunas comparaciones. Y como ya habrán supuesto, esta vez me fue más mal que bien. Pero seré linda y empezaré con lo bueno. En primer lugar, la portada y el diseño del libro están de lujo; sé que no es algo de lo que suelo hablar pero ahora lo destaco, porque de lleno me encantó cuando lo vi y confieso que fue un gran incentivo para empezar a leer. Ahora, del libro en sí, me iré al único punto rescatable, contra todo pronóstico para quienes hallan leído mi opinión de Asylum: Los personajes.

   Okey, sé que había quedado con la idea que estaban pésimamente trabajados en sus relaciones, declarando una amistad que, por más que tomé agua nunca me la tragué. Pero en Sanctum, como si la autora hubiera oído mis plegarias, me encontré con varias sorpresas: empezando con la reivindicación del trío protagónico, que ahora sí actúan como amigos y bien natural que les sale debo admitirlo. Por otro lado, Dan y Jordan también sumaron puntos por separado: el primero, al demostrar que confiaba en los otros dos contándoles sus cosas, y el segundo superó su crisis de identidad y obtuvo al fin una personalidad fija que me sacó más de una sonrisa con su humor irónico.
Y... hasta aquí lo bueno, sería todo amigos.

    La trama fue floja. O sea, hay un tema heavy detrás del misterio del que se puede sacar mucho jugo del bueno, y ojalá la autora lo haga en los siguientes libros; también se entiende que los chicos mueven cielo, mar y tierra por resolver el enigma -y meterse en las patas de los caballos, de paso- pero aquí fue todo ¿Cómo decirlo? Coincidentemente lineal. Ejemplo: iban a tal lugar, a ver si encontraban x cosa, buscaban y ¡voilá! Ahí estaba. Me recordó un poco a estos juegos de caza del tesoro, con más vueltas de las necesarias, una obvia tensión, de esa que sabes no pasará nada, poca acción y del clímax... fue más rápido que intenso, y más abrupto que esclarecedor. Curiosamente y haciendo una última comparación con la primera parte, acá se invierte la cosa: lo que salvó al libro de que lo detestara fueron los personajes en vez de la trama... esta última fue muy ambigua y el final me dejó con más dudas que respuestas, al punto que si estuviera en la piel de Dan, sentiría que hice todo un show para nada.

    La narrativa... ufas, vale, vale, pudo ser peor, no fue tan mala pero... bueno, empecemos conque fue fluida en general, tuvo buenas descripciones de los lugares y el enganche a veces agarró y otras soltó... diré que estuvo aceptable este último. Pero en las descripciones, ay, tengo algunas frases para el bronce, a ver si les dice algo del problema:

“Se apresuró a tratar de encontrar su celular sobre la mesita de noche. En el proceso, tumbó un frasco de un antihistamínico que había dejado abierto después de tomar una pastilla para dormir”

“El hipnotizador le mostró nuevamente las encías al sonreír. Luego buscó en su abrigo y sacó una vieja cigarrera y un paquete de fósforos. Se puso un cigarro entre los labios y chasqueó los dedos para encender un fósforo”
(No pude aguantarme al leer este último, que le hice una continuación: “después de la primera bocanada, sacó el cigarro de sus labios y una voluta de humo salió de éstos al hablar”....)

   ¿Se entiende? Tanto detalle sólo es bueno si la cuestión será relevante. Lo que claramente no pasa, ni aquí ni en varios otros momentos donde, bueno, me pregunté si el libro era juvenil o infantil nivel obvio. Así que, me temo que la querida narración y mi ánimo para leer no salieron tan bien parados.

   Supongo que ya varios asumen que no lo recomendaré luego de todo esto. A todos ellos, ciertamente les daré la razón, pero haré una pequeña cláusula: a quienes ya leyeron Asylum, y quedaron con ganas o frustrados por la situación de los personajes, les diré que vale la pena pasar por este trago y ver una buena amistad del trío. Pero si no, no pierdan el tiempo. Simple.

    Antes de volver a mi rincón, advierto desde ya que no he tenido suerte pillando libros interesantes y flacos, así que... seré lo más rápida posible en leer para no tardar con las siguientes reseñas.
Ahora sí, regreso por donde vine y espero volver con un mejor libro... de verdad.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.


PD: ¡Y le achunté con la profe Reyes! ¡Já!

martes, 29 de mayo de 2018

Elige tu propia aventura

¡Quiero la puerta C!


¡Hola amigos!

    Vale, vale, de nuevo me he atrasado montones: mis más sinceras disculpas, y para no latearlos sólo diré que a mi conocido lío de organización se sumó un corte de internet que me jodió más la cosa. En fin, mejor será que saque las reseñas que tengo bajo la manga, y así compensar la espera.
    Como había prometido, esta vez me agarré un libro más chico... Bueno, un par más bien. Y es que quiso las casualidades de la vida y una visita a la biblioteca, que me topara con dos tomos de una colección bien interesante.

    ¿A quién no le ha pasado al leer un libro, que de pronto dan ganas de zamarrear al personaje o al autor y decir: “¡Qué imbécil! ¡Yo no habría hecho eso!”?... Pues, aquí les traigo una colección especialmente dedicada a esos lectores que desean formar parte, digamos literal, de la historia.

    El título de la colección “Elige tu propia Aventura”, ya da un guiño feroz al respecto; la historia parte como cualquier libro clásico, pero en cierto punto te presentan opciones y tú, lector, debes decidir qué camino tomar, e ir a la página indicada para ver si le achuntaste o de plano mataste al protagonista. Tal como oyes, el formato típico se va al diablo y puedes tener once o más finales por averiguar según la historia que produzcas con tus decisiones.

    Por lo que averigüé, son muchos, muchos tomos de la colección con diferentes autores, y en mi caso elegí “Parque endiablado” de Sara y Spencer Compton, y “Terror en el Titanic”, de Jim Wallace; simplemente porque me tincaron para probar esta nueva lectura. Reconozco que con el del Titanic creí que sería más fácil y predecible, pero me llevé un chascarro en un muy buen sentido.

    En general ambos libros están bien, sus narraciones son fluidas y con mini tramas que abren más opciones a las evidentes. Contra lo que muchos -incluyéndome- podrían pensar, no me resultaron libros facilones, de esos que es obvio el camino a elegir. Si bien a veces sentí simple el argumento, la narración da el toque justo para dejarte en vilo con las opciones y, valga decir, no siempre te encuentras con lo que creías. De los finales hay de todo: desde el súper mega fabuloso final, donde salvas el día, eres millonario y blablá, como también una que otra muerte creativa y algunos finales más normalitos.

    Ahora, por separado hay pequeños detalles que marcan diferencia de autor. Personalmente me gustó más el del Titanic, como dije, tras el chascarro me sorprendió con sus rutas -amén que tiene más originalidad, para no irme mucho de lengua- y hay que decirlo, me engañó más con las opciones, jurando que la hacía de oro y en realidad estaba mandando al protagonista derechito a su tumba.
Con Parque Endiablado, a modo muy personal lo sentí más corto y rápido, y quizás el único pero lo tengo acá, porque tuvo una “ruta idiota” y predecible. Poco menos como si el protagonista fuera brincando a lo Pepe le Pew directo a un precipicio, y hasta comentando cuantos huesos se rompería. Un desperdicio que bien trabajado pudo ser incluso más rutas con sorpresas.

   En suma, fueron un descubrimiento entretenido y recomendable para leer y tentar a la suerte, a ver que tan pillos son a la hora de imaginar resultados. ¿Alguien toma el desafío?
Por mi parte, apenas pueda leeré los demás; “el secreto de los delfines” es un título que me tinca mucho jajajaja; eso sí, a menos que pille uno muy destacable dudo que lo reseñe, ya que la fórmula en general es la misma con todos.
    Sin más vuelvo a mi rincón para traerles más novedades literarias... y que Dios me libre de algunos pastelazos; y si no, ya me desquitaré por acá jajaja.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

lunes, 23 de abril de 2018

Pequeñas mentiras

¿Quién dijo yo?


¡Hola a todos!

    Espero que anden bien, por mi parte sólo pido mil disculpas por el atraso, tuve problemas para terminar este libro, y bueno, sin lectura no hay reseña como imaginan. Prometo agarrar uno más chico a la próxima. Ahora intentaré no demorarme mucho y vamos a lo entretenido, esta vez la batuta la lleva la autora australiana Liane Moriarty, con su novela Pequeñas mentiras, junto a la editorial Penguin Random House.

    Madeleine, Celeste y Jane son tres mujeres distintas, con sus propias vidas y caminos que se cruzan dentro y fuera del colegio Pirriwee. Los problemas y dudas no les faltan: líos de madres e hijas, secretos de tu propio pasado, o rencillas con tu ex, junto a algún show de patio de colegio, son muchas cosas con las que más de alguien se sentirá identificado, para bien o mal, todo esto con la sombra de una muerte que no se sabe si fue accidental o intencional, menos quién fue la víctima.

    Comenzaré diciendo que fue una entretenida y nueva experiencia, ya que acostumbrada como estoy a libros de fantasia o ciencia ficción reconozco que no me he topado con muchos de este estilo, que hablen del diario vivir y usen cosas "cotidianas" para crear buenísimas historias. Así que por ese lado, todo regio. Si le sumo un ritmo bastante fluido y entretenido, con la descripción de pequeños detalles que me ayudaron un montón para "ver" los panoramas, los puntos suben, más cuando pensamos que el librito es un guatón de aquellos, que a simple vista prometen una siesta segura.

    Siguiendo con algo que a mi gusto fue el punto fuerte con el enganche de la historia, me voy directo a los personajes, en especial las protagonistas con quienes la autora hizo un excelente trabajo, mostrando sus personalidades, anhelos, motivaciones, temores... estos últimos de una forma tan, fina, al punto de mostrar esas debilidades secretas en la que más de alguien cayó alguna vez, algo que no siempre se puede lograr con un personaje en un solo libro. Decir que las encontré creíbles sería poco, me encantó el retrato que tuve de ellas; aunque claro, no por eso me cayeron bien siempre, de hecho a Madeleine en sus inicios la sentí bien cargante jajaja, pero después fui viendo, mas que su lado bueno, a la mujer detrás de la careta que mostraba a todos... algo de lo que nadie se salva en la vida. Los demás personajes tampoco se quedan atrás, claramente no hay tanto detalle con ellos pero lo que se muestra basta para creerlos, quererlos u odiarlos.
    Si bien en toda historia es importante un buen desarrollo de personajes, creo que este tipo de historias no sólo se presta para ello, sino que hasta en cierta forma lo pide, ya que al mostrar situaciones que no te tendrán al borde de la silla, uno las aprecia más si sabe el contexto o algo más profundo. Por ejemplo, no es lo mismo leer que "Pamela va al banco a buscar un préstamo" a leer que "Pamela necesita con urgencia ese préstamo, porque ya le prometió a su hija que pagará su universidad, y claro, como es orgullosa imposible que se retracte si más encima, hace unos días hizo el anuncio en plena junta familiar, y blablá" ¿no creen?

    Y ya que estamos, ese mismo detalle es para mi la patita coja en la trama. Porque de que está buena, lo está, bien trabajada, te muestra esos giros en las vidas de las mujeres que no te esperas, y de su final ni hablemos, sólo pude darme cabezazos con el libro por lo necia que fui. Todo estuvo más conectado de lo que creí y las pistas estaban, pero tan bien camufladas que me tragué completito el engaño. Aún con todo eso, en lo de enganchar por sí sola no es tan fuerte, lo que en cierta forma entiendo, pero creo que pudo ser mejor... personalmente lo del muerto fue un obvio intento de enganche inicial, algo cliché e incluso frágil. Siento que si lo hubieran omitido y revelado al final junto con todo lo demás, habría sido más impactante, amén de no afectar su ausencia al inicio. A mí al menos no me hubiera importado. Si dentro de la historia incluso lo olvidé a ratos, a ese punto...

    En fin, fue toda una experiencia que no me molestaría volver a repetir; sí, les tiro el guiño por si alguien conoce otro libro de la misma temática para que me diga... de a uno, no hagan tanto show jajajaja. Sin más que añadir, dejo la enciclopedia en mi baúl de recomendados y corro a mi rincón a buscar otro más chico, ojalá igualmente bueno.

¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

domingo, 25 de marzo de 2018

Papaíto Piernas Largas

Viejo pero bueno

"Reto pendiente: Lee una biografía o un libro epistolar.
Y así, amigas y amigos, S.K. Seibert se puso al día con una deuda generacional"

¿Qué tal camaradas?
    Aquí me tienen, sin muchas novedades en mi vida excepto un resfrío que me está agarrando. De los libros, esta vez salgo de mi rincón con uno que chistosamente hasta hoy no leí, y eso que estuve en varios colegios y era uno de los imperdibles de la época jajaja. Finalmente le vi la cara al famoso "Papaíto Piernas Largas" de la escritora estadounidense Jean Webster, y puedo decir que fue un encuentro agradable.

    La novela es protagonizada por Jerusa (Judy) Abbott, una de los muchos niños huérfanos que conforman en hogar John Grier. Siendo la mayor del mismo y a punto de verse obligada a abandonarlo, su futuro cambia cuando uno de los tutores del hogar (benefactores que apoyan económicamente al mismo) se interesa en ella y la toma como su protegida para que pueda completar sus estudios, con la única condición de recibir una carta mensual de la chiquilla, donde cuente sus progresos y su vida diaria. Así, y sin saber nada de su protector, a quien apoda "papaíto piernas largas", Judy comienza sus cartas y a medida que aumentan, crece también su deseo de recibir alguna respuesta y ojalá, algún día conocer a su "papaíto".

    Si hay algo que me inquieta un poco de los libros que se fundamentan en cartas o diarios de vidas, es que no sólo son en primera persona, son literal y en todo el sentido, la visión del personaje. Lo que, o es algo fantástico o un total desastre, ya que si no es creíble el mismo, la lectura se vuelve fome y el libro se va al carajo. Felizmente acá pasó lo primero. Excepto en el primer capítulo que es más introductorio y en tercera persona, todo lo demás trata únicamente de las cartas de Judy, en las que me encantó su frescura desde la primera, la lectura en sí posee un gran enganche y resulta muy fluida, de plano lo leí en una tarde y prácticamente me sentí como el "papaíto" recibiendo las cartas, casi olvidando que había una narradora adulta detrás.
    Teniendo en cuenta que todo se centra en la visión de Judy, no puedo hablar mucho de otros personajes aparte de ella, lo que si bien podría tomarse como un pero, no me molestó pues la manera en que ella cuenta y presenta a la gente que va conociendo, como Sallie su amiga del College, o Julia con la que hay un desinterés mutuo, es fresca y bastó para imaginar cómo serían. Y claro, cómo olvidar la relación que se va formando entre ella y el Papaíto, quien pese a no responder las cartas, se las arregla para dar a entender que está al tanto de todo y que no las tira a la basura, como Judy supone en su momento.

    Es destacable también cómo a medida que la protagonista va creciendo con los años... si no me equivoco son cuatro o cinco, de manera sutil se va mostrando un cambio en cómo escribe las cartas, prueba clara de que deja de ser una niña a convertirse en una joven mujer, más instruida que antes y con más madurez y fuerza de carácter. Todo eso sin perder ese optimismo propio de su naturaleza, lo que se nota en cómo se alegra con pequeñas cosas de la vida, un recordatorio además de que como huérfana, no estaba acostumbrada a tener mucho. Algo que me dejó con un sabor agridulce y una buena reflexión.

    El pero, porque sí, hay uno... ¿qué? No me miren así, no los busco aposta.
   Me divirtió, emocionó y no lo negaré, en su final mi lado romántico dio unas volteretas por ahí... pero me hubiera gustado un poco más de sorpresa. Para mí al menos, las pistas fueron claras y de antemano supuse quién sería el misterioso papaíto, así que impacto cero por ahí. Por tanto el final tampoco me dio tanto de ello: fue conmovedor el encuentro y pude imaginarme toda la ansiedad de Judy en esos momentos, pero todo con ese aire de "¡Sabía que esto pasaría!" y es verdad, el querer confirmar esas sospechas y ver cómo iría todo fue un poderoso enganche; me gustó esa mezcla: tuvo los guiños para darme ideas de qué podría pasar, y lejos de aburrirme, logró mantener mi interés hasta el final. Peeroo, como soy una maldita inconformista, diré que pese a toda la alegría de mi lado romanticón, quedé con gusto a poco con el final. Fue... mucho redoble de tambores para un simple "tá dán". Un envase de Lays cualquiera, hay que decirlo.

    En fin, mas allá de que tan clásico estudiantil sea o no, se nota la pluma antigua de la época (la autora murió cuando mi abuelo nació, con eso les digo todo) y con lo predecible que pueda ser, igual lo recomiendo a quien quiera entretenerse y ¿por qué no? enternecerse también, pues como le dije a mi mamá cuando me preguntó, si tuviera que definirlo en una palabra, el libro sería "tierno".

Sin más, me voy calladita a mi rincón.
Volveré... la pregunta es con qué libro.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

domingo, 18 de marzo de 2018

Asylum

Merecían encierro algunos

¿Qué cuentan amigos?

    Yo estoy bien feliz, porque he cumplido hasta ahora por acá, hace menos calor y conseguí un cliente nuevo en masaje... sí, estudio masoterapia... En fin, antes de desviarme con mi vida fuera del rincón, paso a mostrarles a la figurita del día: del humor nos fuimos al terror con Asylum, la primera novela de una saga del mismo nombre, con la autora estadounidense Madeleine Roux, junto a VyReditoras.

   Comenzamos a leer y a conocer a Daniel (Dan) Crawford, quien es el clásico chico estudioso amante de la historia y las ciencias, algo que le da pase para asistir a un curso de verano para alumnos sobresalientes, en la Universidad de New Hampshire. Por trabajos de renovación, los estudiantes se verán obligados a instalarse mientras tanto en Brookline, un edificio más antiguo que en otro tiempo fue un hospital psiquiátrico; todo eso Dan lo sabe, mas no el porqué tiene unos sueños extraños, que junto a otros detalles lo llevarán a recorrer los lugares ocultos del sanatorio. Junto a sus amigos Jordan y Abby descubrirá más de una verdad del pasado de Brookline, así como un posible vínculo del mismo con su persona... uno nada agradable.

    A ver, bien, confieso: este libro lo quería leer de mucho tiempo, me encantó su portada y el diseño de las páginas con sus ilustraciones, todo me decía "léelo, será genial"... ya lo leí y concluyo que cuando tengo expectativas de un libro atraigo un mal karma... así que me quitaré esa costumbre mejor.
    No, no, malo no es. Ya les veo las caras... Sólo, fue menos de lo que imaginé y sí, tuvo ciertos detallotes que detesté, así como aspectos bien buenos. De ambos pasaré a hablar de ahora, desde ya les digo que fue muy surtida la cosa.

    Empezaré altiro con un aperitivo no tan ligth, cortesía de la narración... ayayay, no quiero decir que es mala, porque, técnicamente no lo es, se entiende, es liviana en general y cumple con el enganche, pero ya que nombramos al lindo, he de decir que lo eché mucho de menos en la primera parte. Las primeras 100 páginas son un tedio. Del misterio del libro, que es lo que esperé desde el inicio, solo se hacen unos guiños y lo demás trata de plano de mostrar un poco mas a los personajes. No digo que esté mal, digo que pudo mostrarse todo y bien en muchas menos paginas, yo le doy como 50 o 60 máximo. Después de eso, como si encendieran el motor al libro recién se pone interesante el tema, y el enganche yo diría que vuelve de sus vacaciones y no me quejo, de ahí en adelante cumple bien su tarea, doy fe porque avance el doble de rápido con la lectura. Para los que se estén asustando, el libro tiene como 300 paginas, así que lo bueno no dura tan poco. Que sí, me lei 200 más rápido que 100... la magia del enganche, qué puedo decir.

    ¿Plato fuerte? Los personajes... vale que decidí dejar lo mejor para el postre, y ahora nos enfrentamos a lo que, a mi gusto, fue el peor embrollo. Si, lo de la narración al lado de esto, es sólo fome. Por dónde empiezo... creo que el problema no fue tanto cómo hicieron sus personalidades... del trío principal, sólo uno lo vi con ese lío: Jordan, a quien de entrada se muestra como alguien con un humor despreocupado, casi descarado en el aspecto de lanzar bromas irónicas a gente que recién conoce -como Dan, a quien huelga decir le incomodó bastante eso- y después de unas páginas, mágicamente todo ese humor desaparece y en su lugar queda un chico más prudente, receloso de no faltar normas para que no lo expulsen y algo irritable. Si me preguntan, voto que fue para encajarlo como amigo de Dan, porque ese cambio ocurre mágicamente cuando se dice en el libro que "pasaron 4 días y ya eran grandes amigos"... me voy acercando a la llaga, ¿la ven? si, esa misma: la amistad justamente. Esa amistad "fuerte, verdadera" entre los tres que de creíble tiene tanto como promesa de político. No por el tiempo que llevan conociéndose (un par de semanas en todo el libro...) sino por sus actitudes.
    ¿A que me refiero? Pues a que quitándoles el mote de amigos, Dan con Abby mantienen sus perfiles, lo que aplaudo: él callado y retraído, ella extrovertida y segura, y ambos metidos en sus problemas. O sea, para hacer el cuento corto: Dan está todo el libro pensando en las notas que recibe, el misterio del director y blablá, Abby está de cabeza con el drama de su tía -literal, cuando al fin Dan se anima a hablar de sus miedos, ella lo escucha un poco y luego "si, eso es importante pero fíjense me pasó esto otro" y wala a lo suyo- y Jordan... asumo que estuvo discutiendo con la autora su personalidad, porque pasa buena parte del libro encerrado en su cuarto y claro, los otros dos grandes amigos vienen a reaccionar en ello cuando un tercero les hace el comentario sobre "lo mal" que está, cual si no hubieran notado su ausencia. Con ese tipo de amistad, es para dedicarles como himno la canción de Garfield: "amigo es, quien puede ayudarte a ver más linda la vida".
    Un punto que rescato bastante, e irónicamente del personaje más aporreado, es la actitud de Jordan al final, y es que por primera vez hay alguien que no es el protagonista, y si muestra consciencia del peligro al que se van a exponer, con su negativa a ir e insistir en que los otros no fueran. En serio, era algo en que no había pensado hasta ahora, pero siempre en las lecturas se muestra que el único que piensa en eso es el protagonista, cuando dice "no me acompañen, es peligroso"... y los amigos "dale, somos friends, no te dejaremos solo y salvaremos al mundo".... peeroo, ninguno da guiños de tener miedo o consciencia del embrollo al que van. Lo que es muy altruista pero poco real si lo pensamos.

    Ahora vamos con lo mejor para el final, un rico postre para no quedar con mal sabor de boca.
   La trama, técnicamente terminó siendo el fuerte de la historia, con los personajes medio flacos, resultó ser el mayor atractivo y el querer saber cómo se resolverá el conflicto fue lo que me ayudó a no mandar todo al wáter. Sin ser totalmente impredecible, tiene sus cebos para dejarte con la intriga... y al final darte cabezazos con algunas cosas al notar que las pasaste por alto. Como nota extra y muy personal, me encantó la conexión hecha entre lo paranormal y los antepasados, al menos con Dan... con Félix si bien no se aclara, no me sorprendería que pasara algo parecido. Ese aspecto lo encontré muy bien trabajado y me recordó un poco a las teorías del karma. Si bien hay un par de huecos en el clímax (aún no sé cómo Jordan entró al subterráneo si estaba bloqueado) en sí, todo ese momento viene siendo la cereza del helado y no decepciona, sobretodo la "pelea" final de Dan con... vayan a leer si quieren saber, que ya he tirado mucho guiño.

Y bueno, redoble de tambores... el conflicto del día para mi, recomendarlo o no...
Chistoso que lo comencé con todo el ánimo y ahora me pregunto si vale la pena o no.
   Pues... Lo recomiendo con pinzas... si eres de los que te importa por encima de todo el tema de los personajes, lo más seguro es que te patee el libro, sino te puede pasar como a mi que, haciendo la vista gorda a la forzosa amistad pude entretenerme con los misterios del sanatorio y hacer mis propias conjeturas... algunas acerté, otras no.
   Aviso desde ya que tengo el segundo libro en mis manos, pero haré una pausa de Asylum un rato, en un futuro no tan lejano los sorprenderé con Sanctum, y ojalá que éste me sorprenda a mí de buena forma.

Sin más pascual, vuelvo a mi rincón, a ver con qué libro me distraigo ahora.
Lección aprendida, no tener expectativas jajajaja.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.

PD: Creo que la profesora Reyes hará lo suyo en los próximos libros.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Mi vida es un desastre

Mi organización también


¡Hola!

    ¿Qué tal les va? A mí no tan bien ya que de nuevo atrasé estas subidas, pero al fin les traigo a este amigo, gracias a un regalo inesperado de una compañera de clases, de nuevo me las veo con libros que nacieron de la internet. Esta vez le toca a la chilena Lily del Pilar con su novela Mi vida es un desastre, y la editorial Planeta Chilena S.A.

    La historia nos presenta a Leah Howard, una joven estudiante que ha tenido la suerte de ser becada por su excelente rendimiento e ingresar al internado Highlands, un lugar exclusivo donde sólo los hijos de gente adinerada o importante estudian. Con compañeros opuestos a su estilo de vida y teniendo sólo una amiga, con una muy rara fobia que seguro a nadie se le ocurre y recibiendo una especial atención (o acoso, depende del momento) de dos de los chicos más populares, la situación de Leah es como mínimo algo estresante mientras que con humor la autora cuenta sus vivencias en el internado. Sin embargo, unas repentinas y constantes amenazas de muerte quitan todo el humor y pondrán mas tension a la vida de esta chica.

    Bien, para empezar confieso que al tener este libro no me hice grandes expectativas; suponía el estilo y no seria el primer libro "populito de fama rápida" que era más ruido que nuez... Y si bien no me equivoqué con lo del estilo, que me recordó un poco a un fanfic (seguro por sus orígenes en la net) reconozco que fue mas de lo que imaginé y me dejó con un buen gusto de boca.
Su ritmo es rápido, entretenido en general y pensado para un público juvenil, con un fuerte enganche y narrado desde la visión de la protagonista, algo que permitió conocer de primera fila todas sus ideas y emociones, lo que la autora supo aprovechar en general. La ambientación, diría que fue más justa que bien, vale que los personajes no estaban flotando en un espacio indefinido pero tampoco fue más allá de, por ejemplo, nombrar la altura del internado o que tenia paredes rojas de ladrillo en la entrada, lo suficiente para saber donde estaban parados; sentí que en ese aspecto la autora le dio más importancia a contar los hechos... ¿tal vez porque estaban narrados por una adolescente? Es una teoría que me se acaba de ocurrir.

    La trama a grandes rasgos es simple; tenemos la clásica historia estudiantil de amor/odio entre Leah y su enamorado James, por quien ella también se muere pero no lo reconoce ni a su propia sombra. Sin embargo, para compensar ese cliché se nos presenta con una muy buena dosis de humor y chascarros en el diario vivir de la protagonista, sumado al pequeño pero importante factor de las cartas anónimas que Leah empieza a recibir y que le dan un nuevo giro a la historia. No, la bendita duda de si James conseguirá que al menos Leah lo llame guapo se mantiene, todo lo que pueda mantenerse, pero ya no es el único tema que preocupa; y si bien por un rato entre tanto pastelazo, avances y retrocesos de James, como que uno olvida a la amenaza anónima, ésta vuelve recargada y la cosa se pone más tensa cuando la familia de Leah se involucra. Aquí pasa algo que quiero destacar, porque la vedad me encantó que la autora no cayera en el error que he visto en otros escritos actuales "juveniles" de apurarse en contar todo y no dar tiempo a las vivencias. Porque con todo el humor del que se hace gala, cuando pasaban cosas graves la protagonista las vivía, sufría y sentía como corresponde, las risas se iban al caño y yo sufría o me enfurecía junto a Leah también.

    Lo mejor del libro, para mí fue el climax con su final. Cuando ya estaba relajada y pensando que, dentro de, las cosas se habían arreglado ¡Vuelta de tortilla! no sólo me gustó el factor sorpresa, sino que también le dio más realismo al tema y en cierta forma, fue la pieza faltante que cubrió los huecos pendientes. No tengo ninguna queja al respecto y sí, quedé con las ganas de saber que vendrá en el siguiente libro.

   Con los personajes eché en falta un poco más de descripción física, la que dieron si bien fue suficiente para imaginarlos, reconozco que a veces olvidaba como eran, excepto por Leah, asumo que por ser la protagonista y quien contaba la historia. Mientras que con sus personalidades sólo tengo halagos, excepto con Leah, asumo que por... ya, ya, hablando en serio, Leah se presenta de frentón como una chica de carácter, más exagerada que alocada, algo pervertida y buenísima para enrollarse sola más de la cuenta. En fin, una figurita que la mayor parte del tiempo divierte con sus locuras y no lo voy a negar, empaticé bastante con sus problemas, peeroo, me lateó su poco cuando se iba en sus voladas exageradas y rolleras, vale que la mayoría fueron entretenidas, pero algunas me hicieron ruido al sentirlas muy incoherentes e incluso algo forzadas, por ejemplo lo del rapto del trípode, que me dejó más WTF que divertida (más risa me dio lo que vino después cuando James la pilló). Ok, entiendo que Leah es exagerada así que no puedo culparla mucho, pero siguen sin gustarme esos momentos.

   De los otros personajes tengo que decir que me gustaron y me hicieron creer el cuento. Con Bella reconozco que al inicio me pareció algo frívola para ser la amiga de Leah, pero después... ouch, después digamos que tienen sentido muchas cosas. Con el famoso James, adoré que pese a estar todo desde la visión de Leah, el mismo libro dejara ver que no era el monstruito que ella pintaba. Tampoco es una santa paloma, pero se nota que es un chico normal, millonario pero normal, con un verdadero interés por Leah y más inseguro de lo que se muestra. Como buen joven mete las patas a fondo más de una vez y también sabe cómo escaquearse del lío. Pero uno de los más reveladores para mí fue Derek, el cual al comienzo lo vi como el necesario amigo que debía tener James: alocado, desinteresado en las normas, un poco arrogante y medio hueco. Alguien que sólo estaba para ocupar espacio en la historia. Sin embargo, con el paso de las páginas me gustó la preocupación y lealtad hacia James que fue mostrando y al final terminó conmoviéndome con lo que hizo, no lo vi como una traición en absoluto, sino como algo que debía hacer porque sabía que era lo correcto. O sea, me tuve que comer mis palabras con mayo y kétchup. De la familia de Leah, destaco a la mamá quien agarró fuerza con lo de las amenazas para su hija, me gustó su afán por protegerla y bueno, fue evidente de dónde sacó tanto carácter Leah. Es uno de esos personajes que no aparecen mucho, pero pucha que se les aprovecha cuando están.

    ¿Recomendado? Por supuesto, hay diversión asegurada y es una lectura rápida pese a su cantidad de hojas, incluso los que no sean fans de leer podrían encontrar acá algo para practicar el hábito, entretenerse y quizás hasta sentirse identificados con los clásicos dilemas y chascarros estudiantiles que se muestran.
     Sin más vuelvo a mi rincón por un bloqueador y una buena bebida... Otoño, llega luego por favooor.
¡Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.
PD: Comentar en gratis y según oí también estimula las endorfinas, aquí y en cualquiera de las otras reseñas... yo sólo digo.