lunes, 2 de marzo de 2015

Candragar



“Descubriendo el teorema Camilcéntrico”

Dignísimos compañeros lectores: ¿cómo se encuentran?

Aquí me tienen, preguntándome si mi disposición total a leer lo que se me cruce por delante no me dará un susto de aquellos. Porque en los libros hay de todo: fomes, piolas, excelentes, malos, raros y libros como el que acabo de leer: Candragar, de la chilena Camila Trabucco, que me dejó una sensación rara.

La novela comienza con Camille de 16 años a quien un día cualquiera se le presenta en su cuarto una mujer desconocida para llevársela ¿a dónde? Camille no lo sabe, pero la sigue. Así llegan a una escuela de magos en otra dimensión, se entera que tiene magia y que va a estudiar ahí; donde conoce a unos chicos que la invitan a participar del juego de tablero llamado Candragar.
Tomo aire y hago una pausa...

Comencemos por el camino más rápido: debo reconocer que el ambiente del instituto mágico en sí con su metodología de enseñanzas, me pareció de una perspectiva fuera de la esperada, dejándome con la impresión que hacer magia es mucho más complejo de lo que parece. Si bien no es el primer libro mágico que menciona que el poder está en uno y no en varitas, sí es el primero que leo que se desliga de las mismas (y cualquier objeto) para ejecutarla. Lastimosamente fue un aspecto no explotado (porque los chicos preferían jugar Candragar que asistir a clases) y las veces que hubo más información, Trabucco la dio con poca sencillez y mucho tecnicismo, para tratarse de un universo recién presentado.
            Otro punto bien trabajo es la parte histórica. (Aunque de los seis viajes hubo dos que no tuvieron ficha histórica) La ambientación allí, las explicaciones sobre la época y sus costumbres, fechas y nombres, todo revela un buen estudio y un pulido trabajo... Pero al ser un mero aspecto del juego pierde todo valor. Difícil que lo tenga, si el mismo juego no tiene razón en la trama principal. ¿Ah, no? ¿No la tiene?
           
Lo sé, al llamarse así el libro uno imagina que será el eje principal; una suposición tan firme como castillo de barro; bien podrían sacar al juego de la historia y tanto el clímax como el conflicto que se cuece por debajo serían los mismos, y así como no hay relación entre el juego y el resto de la historia, tampoco hay coherencia. Muestran a cuatro jóvenes “elegidos” para jugarlo, no obstante no aclaran por qué son sólo ellos ni porqué esperaban a Camille para iniciar.
Vale, vale, pueden ser pelos de la cola, podría tragármelo en silencio pero... que me salgan conque ninguno del cuarteto sabe de qué tratará el juego, y ya inmersos en él todos sepan dónde se encuentran, qué deben buscar y todo lo demás... ¿Esperan que me lo crea? ¿En serio?
Del juego salto a los jugadores y al resto de los personajes: Primero tenemos a  cuatro chiquillos de distintas naciones quienes no sólo son capaces de jugar algo sin saber de qué trata, sino que además no tienen problemas en comunicarse entre sí. Ok, se dice que hay unas “lenguas de la magia” pero... al menos Camille, quien los conoce en su primer día de clases, sólo sabe su natal francés. ¿No pudo leerse un libro de hechizos en croata, pero sí pudo hablar perfectamente con la chica italiana y el chico alemán?
Y aquí la lógica sufre de una muerte prematura.

Como decía, Camila nos presenta unos perfiles tan variados como clones: a pesar de las distintas naciones y por ende, tener su cultura e influencias propias, todos se expresan de la misma, educada y culta forma. Ninguno tiene un sello al hablar, o es más  coloquial que los otros... en fin, podría jugar a cambiar de lugar los nombres en los diálogos y seguro nadie lo nota. Del físico ni hablemos: el famoso tripack de colores... a veces altura y... ¿una buena vestimenta? Y ya está. (Curiosamente, los únicos personajes que escapan a esas dos maldiciones son episódicos o secundarios sin importancia) Del resto sólo se menciona algo más para destacar lo “bellos y guapos” que son, ya que si hubo un feo por ahí, la autora tuvo la suficiente consideración para ahorrarle la vergüenza y evitar que lo sepamos.

Repasemos: Un título que no tiene razón de estar, unos personajes planos como tablas de surf... ¿Qué falta? Obvio, el plato fuerte: Camille Delaunoy, a quien dedico su propio espacio ¿por qué? Porque es la columna vertebral del libro.

Es la típica chica con quien inicia cualquier historia, de ésas que sacan deducciones (simples y refutables) que sorprenden a sus oyentes llegando a tacharlas de verdades absolutas; es de ésas que aunque no lleva un día en el Instituto, ya asiste a las clases más avanzadas de su nivel ejecutando hechizos a la perfección desde la primera vez. Camille es del tipo que sin haber alzado una espada en su vida, tras un día se maneja igual que los soldados que llevan años practicando; la que sin haber estado en un barco pirata corrige sobre cómo poner los cañones; Esa joven con tal liderazgo que convence a todos por igual con su carácter “locuaz y dinámico” y aunque tiene pésima memoria, durante toda la novela no se equivoca nunca –y cuando lo hace se retracta a tiempo sin razón alguna –. Es la que causó todo un enfrentamiento entre ambas ligas por su mera existencia (creo que a los enemigos les hubiera valido más asesinarla para callado); es tan cool que por su sangre tiene más energía, poder y resistencia que los demás (¡y ya desarrollado!) Incluso entre los Terranos, es y será la única tras cinco generaciones en llegar a los niveles más altos de poder. Es la Última Terrana, el estandarte con patas del bando de “los buenos”.
(¿Aún nadie quiere matarla?)

Sinceramente, el libro bien pudo llamarse “Camille” y tendría más sentido.

Ahora, vamos a los baches con el perfil de Camille. Si algo nos dejan en claro es que tiene una personalidad “auténtica e inmutable”; pero, es TAN inmutable que cuando Michelle se la quiere llevar por primera vez, ella se niega con argumentos válidos... pero una sonrisa y palabras amables son suficientes para cambiarle el discurso dos veces, logrando que la siga sin resistencia. Con este ejemplo quiero decir que si los personajes resultaban poco creíbles por su nulo desarrollo, Camille se lleva el trofeo por un “perfecto desarrollo” de joven adolescente “normal”. Basta con ver cómo reacciona cuando le revelan quién es su verdadera madre:

-“Eres mi hija-
-Así parece… nunca me contaron que era adoptada, mis padres no…
-Ellos tampoco lo saben…(Aquí va una explicación de cómo los engañaron)… se hace tarde, mejor dejamos tus preguntas para otro día.
-Tienes razón, hasta que me sienta más preparada para recibir las respuestas –Las dos sonríen antes de retomar a las Puertas Principales”

Niña, te acaban de decir que tu madre no es quien creías ¿Y actúas como si te dijeran que tu almuerzo será tallarines en vez de arroz?
(Y tras leer me golpeé la cabeza con el libro, porque la pared estaba muy dura)

Los vacíos suman y siguen a lo largo de la historia, incluso en aspectos menos globales, como por ejemplo:
  1. ¿Por qué Candragar entrega ciertos premios y sólo a algunos jugadores?
  2. ¿Qué pasa con Aurora, la tercera Fundadora y su legado y descendientes?
  3. ¿Por qué el agua no se considera una magia elemental? O más bien ¿Por qué Camille no se pregunta eso, siendo que creció en nuestra dimensión?
  4. Y más importante: la motivación de “los malos” ¿Cuál vendría siendo? ¿Con qué justifican su actuar para considerarlo correcto?

La batalla final es otro punto de discusión: Todo va normal hasta que muere alguien relevante para Camille y... ¿se llevan al chico y se acaba la pelea? ¿Por qué se detuvieron los malos si aún no cumplían su cometido? (y más encima, parecían ir ganando)

Junto a los vacíos me quedan otras dudas: ¿Con qué afán destacan que el viaje entre portales es de un segundo con veinte centésimas, o que los personajes se demoran tres minutos y diez segundos en hacer un hechizo, o veinte minutos exactos en llegar a algún lado? Nadie los iba a acuchillar si tardaban más o menos. ¿Para qué me dictan el listado de traidores al Instituto, si sólo un nombre importa? ¿Me darán un premio si me los aprendo o qué?
¿Para qué mencionar TODOS los hechizos que los alumnos deben aprender, si cuando los usan explican qué efecto causó? ¿Para qué darnos toda esa información decorativa... en vez de responder a las mil y una preguntas que puse antes, y que ayudarían a darle más sentido al universo del libro?

Mi conclusión es que pudo haber sido una osada propuesta y romper esquemas al entablar la teoría de viajar en el tiempo y cambiarlo a consciencia, pero, faltó mucho más desarrollo, coherencia, un motivo para el instrumento en cuestión (el juego), llenar todos los vacíos –al menos los más importantes- y, tal vez, quizás hubiera dejado al lector cuestionándose si alterar al tiempo pasado es tan malo como siempre se ha dicho, o no. Así como está, sólo deja un millón de dudas, junto a la sensación que el juego y sus derivados no tiene razón de ser (por tanto, tampoco la tesis del tiempo) y, personalmente, las ganas de tener un alfiler para reventar cierta personalidad “protagónicamente inflada”.

            Ahora sí vuelvo a mi rincón, algo curada de espanto y lista para tomar una agüita de manzanilla que me quite el mareo; mientras pienso en si empezar a crear filtros para los siguientes libros que lleguen a mis manos. ¿Para qué me molesto? Seguro opto por leerlo todo igual (creo que tengo una vena masoquista por ahí)

Deseándoles una mejor suerte con los libros, me despido con lo de siempre:
¡Feliz lectura para todos!
S. K. Seibert.
                                 
PD: Creo que no necesito decir si acaso lo recomiendo...

5 comentarios:

  1. La protagonista de este libro suena como toda una "Mary Sue" XD.
    Tener un universo rico en detalles pero pobre en el desarrollo de la historia y de los puntos importantes para ella me suena a ooootro libro que te haré llegar jejejeje.

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    1. En términos muy resumidos... sí, vendría siendo como eso XD.
      Dale no más con el libro, lo recibo feliz, suena interesante jajajaja.
      Gracias por comentar ;)

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  2. Gosh, la autora solo ha leído en fanfiction.net? Pareciera que no conoce otra forma de contar una historia más que autointroducirse en un universo nuevo para satisfacer su sed de atención. Camilis, son lindas, pero mejor quédense en una cueva, ¿si?

    Háganme llegar el libro y har mi propia versión de "Todo lo Malo en..." con juegos de azar y Camilles :v

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    1. Jajajajajajajajajaja, tan adorable tú. Haces que las criticas de S.K. sean caricias de plumas aunque no le gusten. XDDD

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    2. Jajajajajajaja, tan únicos tus comentarios Ikaana jajajajaja
      Sería interesante ver tu opinión, lástima que no tengo un ejemplar propio para prestarte :P
      Sasami, qué puedo decir... en honor a la verdad, muy ciertas tus palabras jajajajajaja.

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