O como joderse al mundo
¡Hola amigos! ¿cómo están?
Yo aquí muerta de calor, obligándome a dejar mi fresco escondite para traerles el libro del día: esta vez toca la novela futurista con tintes oscuros Ideva: Liberación, del chileno Matías Garreton editado por editorial Puerto de Escape.
Negra o no, el universo que nos presenta Matias no es muy alentador: estando en una tierra futurista (año 2050 aprox) la tecnología ha evolucionado a niveles tales que, temas como cyborgs, estaciones espaciales o quedar como nuevo físicamente de un momento a otro, son cosas de cada día. Caras, pero accesibles. Inversamente, la naturaleza esta tan vapuleada que el planeta se rebeló y el clima se ha vuelto casi inhabitable, existiendo cúpulas que cubren ciudades enteras y las protegen de ello. Con este acogedor panorama los detectives Paul Dubois y Nika Tsareva comienzan investigando una serie de infanticidios, que los llevaran a descubrir secretos que podrían determinar el futuro de la tierra, así como personajes muy interesantes.
¿Que si me gusto? Pues sí, aunque algunas partes del final las sentí un poco flojas. Y ya que estamos, cuento de la historia al tiro. El querido enganche me cogió de las mechas de inmediato y no me soltó en todo durante todo el relato. Tratándose de una novela en que se toca harto la corrupción, las alianzas políticas, vueltas de tuercas y mataharis, me gustó el ritmo que llevo la mayor parte del tiempo, siguiendo los pasos de los personajes e intentando predecir lo que ocurriría después (no siempre me resultó). A mi gusto la trama anduvo de lujo hasta cerca del clímax; donde la reaparición de los detectives protagónicos con su salto de tiempo, fue una laguna que me molestó. El clímax no tuvo tanta fuerza como esperaba, lo sentí mas descriptivo en comparación a los sucesos anteriores (lleno de acción y carrera contra el tiempo) aunque el detalle del hombre-mono que fue a dar en un lado nada que ver del cable fue notable. El final también siguió la tónica mas relajada y aunque hubieron unos detalles que me dejaron insatisfecha, me encantó la decisión de Paul, muy acorde a como se había mostrado. Siento que se desinfló al final; sin ser incoherente o malo, solamente le halle gusto a poco.
De los personajes y narración puedo decir que encontré muy buena la repartición de los focos y el cambio de primera a tercera persona -y viceversa- que el autor hacia según el fragmento a tratar. Todo fue muy fluido y las relaciones entre los personajes muy creíbles y reales (más de una, dándome mas repulsión que gusto). Debo destacar que me divertí con la interacción entre Nika y Paul, así como con una villana como Freja y sufrí con el final que tuvo, también la impotencia constante de Hung. Las descripciones de lugares, personajes y situaciones también estuvieron a la altura, fue agradable leerlas e imaginarme fácilmente lo que pasaba; aunque hubieron unas muy técnicas y me perdí un poco entre tanta tecnología futurista, lo bueno es que no fueron muchas.
Para callarme de una vez, diré que es una novela atractiva desde el inicio, que recomiendo con esa pequeña observación de narración, a criterio propio. Quien sabe, me encantaría oír otras opiniones de quienes hayan leído este libro.
Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.
Negra o no, el universo que nos presenta Matias no es muy alentador: estando en una tierra futurista (año 2050 aprox) la tecnología ha evolucionado a niveles tales que, temas como cyborgs, estaciones espaciales o quedar como nuevo físicamente de un momento a otro, son cosas de cada día. Caras, pero accesibles. Inversamente, la naturaleza esta tan vapuleada que el planeta se rebeló y el clima se ha vuelto casi inhabitable, existiendo cúpulas que cubren ciudades enteras y las protegen de ello. Con este acogedor panorama los detectives Paul Dubois y Nika Tsareva comienzan investigando una serie de infanticidios, que los llevaran a descubrir secretos que podrían determinar el futuro de la tierra, así como personajes muy interesantes.
¿Que si me gusto? Pues sí, aunque algunas partes del final las sentí un poco flojas. Y ya que estamos, cuento de la historia al tiro. El querido enganche me cogió de las mechas de inmediato y no me soltó en todo durante todo el relato. Tratándose de una novela en que se toca harto la corrupción, las alianzas políticas, vueltas de tuercas y mataharis, me gustó el ritmo que llevo la mayor parte del tiempo, siguiendo los pasos de los personajes e intentando predecir lo que ocurriría después (no siempre me resultó). A mi gusto la trama anduvo de lujo hasta cerca del clímax; donde la reaparición de los detectives protagónicos con su salto de tiempo, fue una laguna que me molestó. El clímax no tuvo tanta fuerza como esperaba, lo sentí mas descriptivo en comparación a los sucesos anteriores (lleno de acción y carrera contra el tiempo) aunque el detalle del hombre-mono que fue a dar en un lado nada que ver del cable fue notable. El final también siguió la tónica mas relajada y aunque hubieron unos detalles que me dejaron insatisfecha, me encantó la decisión de Paul, muy acorde a como se había mostrado. Siento que se desinfló al final; sin ser incoherente o malo, solamente le halle gusto a poco.
De los personajes y narración puedo decir que encontré muy buena la repartición de los focos y el cambio de primera a tercera persona -y viceversa- que el autor hacia según el fragmento a tratar. Todo fue muy fluido y las relaciones entre los personajes muy creíbles y reales (más de una, dándome mas repulsión que gusto). Debo destacar que me divertí con la interacción entre Nika y Paul, así como con una villana como Freja y sufrí con el final que tuvo, también la impotencia constante de Hung. Las descripciones de lugares, personajes y situaciones también estuvieron a la altura, fue agradable leerlas e imaginarme fácilmente lo que pasaba; aunque hubieron unas muy técnicas y me perdí un poco entre tanta tecnología futurista, lo bueno es que no fueron muchas.
Para callarme de una vez, diré que es una novela atractiva desde el inicio, que recomiendo con esa pequeña observación de narración, a criterio propio. Quien sabe, me encantaría oír otras opiniones de quienes hayan leído este libro.
Feliz lectura para todos!
S.K. Seibert.
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