jueves, 16 de febrero de 2017

La Pasión de la Mariposa Monarca

¿Cuándo cambié al National Geographic?


    ¡Hola compañeros!
    Ojala estén bien, por mi parte me acabo de pegar un aterrizaje brusco en mis lecturas. Todo gracias al libro de hoy, cortesía del autor Francisco Leal Díaz, con la editorial Palabras Latinas. La Pasión de la Mariposa Monarca, es una novela que sin ser ''mala'' termino sin gustarme, y fue algo decepcionante a mis ojos. Antes que me acusen de bipolar, mejor me voy a aclarar el embrollo.

    La historia se ambienta en el México contemporáneo (1900 aprox. en adelante) donde tenemos a Gisela, una consumada bailarina quien, tras vivir una dramática experiencia amorosa, decide en un plan de rehabilitación tomarse unas vacaciones, e ir al llamado Santuario de las Mariposas Monarca, en los bosques mexicanos de Michoacán y famoso por ser el lugar donde llegan miles de esas mariposas, en su migración correspondiente para reproducirse. Su plan se ve turbado cuando la razón de su trauma le siga los pasos, y la aparición de otro personaje también alterara el rumbo de su vida.

    ¿Que les puedo decir? Tenemos una historia donde se perfila la conocida pelea del Bien (Gisela) con el Mal (Ernesto), un argumento que sin embargo funciona en casi todos los casos. Me gustó la narrativa del autor, se nota que escapa de las palabras típicas al narrar o describir algo, y la trama es cerrada, simple, no tiene lagunas y cuenta con variados personajes, que mantienen el interés en la lectura. Con un enganche tranquilo eso si, no es de los que te deje con la boca abierta y el corazón en la mano, pero es constante y atrapa desde el inicio.

    Ahora, con todas esas cualidades... ¿Por qué carajos no me gustó?
Por un pequeño detalle que, aquí según quién lo mire, incluso podría restarle puntos a todo lo anterior. Y es que junto a la historia que nos van pintando, Francisco se las arregla para explicar entremedio cosas como el ciclo y reproducción de las mariposas monarca (cómo no, si está en el título), así como aspectos históricos de México, y el pasado de algunos lugares como Angangueo. ¿Está mal? Para nada, al contrario, me gusta la iniciativa educativa para los lectores. Peeroo... hay que saber hacerla y aquí, no le funcionó la treta al autor. Conmigo no al menos.
Por un lado, al poner en la voz narrativa esas explicaciones, me sonó muy tedioso, aburrido incluso. Pero si fuera solo eso no estaríamos tan mal. El problema es cuando mete a los personajes a explicar esas cosas; ahí sólo logró mandar sus perfiles a las pailas y quitarles credibilidad. Es que simplemente no me trago que en un almuerzo común, con gente que recién conoce, un minero X se largue con el tremendo monólogo (tres hojas... las conté, no miento) sobre el pasado de su pueblo, amén que sus oyentes no hagan más que oírlo sin comentar o interrumpir nada. Vale que tenga buena memoria, pero algo como esto:

''Por esos años la Corona española se reservaba el derecho primitivo sobre las tierras, aguas y recursos minerales, además del derecho de otorgar concesiones y mercedes, entre otras granjerías. El descubridor, o dueño de una mina, debía pagar al fisco la quinta parte de los beneficios obtenidos, libres de todo costo.... la Real Hacienda -el cuerpo fiscal de la nueva España- imponía impuestos a la minería por el estanco del azogue, control de venta y producción por cuenta del erario....'' 

¿WTF? ¿Es un historiador dando una conferencia, o un tipo común conversando? Sólo por el fragmento yo diría lo primero, pero... bueno, ya entienden. Cosas parecidas pasan con otros personajes, como Romario, quien para ser alguien con poco roce social, llegado el momento es capaz de dar una verdadera cátedra a Gisela sobre la vida de las mariposas Monarca, amén que me parece curioso que ella se limite a escuchar y preguntar, cuando se supone que también sabe del tema para entonces. Por ultimo si hubiera intervenido más, hubiera creído que era una conversa y no... que Romario se tragó un libro de texto. En fin, puedo citar otros ejemplos pero no quiero latearlos. Irónicamente, quienes logran mantener sus perfiles más creíbles hasta el fin, son los antagonistas, como dato curioso.
    También hay otros momentos (descuidos de la historia a mí gusto) que tambalean como jalea las actitudes de los monos. Como Cristina, quien en un inicio estaba furiosa con Ernesto y lo que hizo, pero después lo tiene al frente, poco menos que tratando a Gisela como un trapo... ¿y sólo tirita y mira aterrada todo?... O lo preocupados que quedaron los personajes con la suerte de Romario, tanto que pasaron a comer y turistear al pueblo, en vez de asegurarse que estuviera algo bien al menos... si, huelo la inquietud a millas. O que llegado el momento del clímax, sabiendo las deudas pendientes que tienen y la amenaza que representan para el villano, Romario le salga a Gisela con esto como explicación: ''Nos quieren a nosotros, pretenden acabar con el poder de nuestro amor'' .... ¿En serio? Con todo lo dicho ¿metes al amor en esto? Romario Romeo, te quedaste sólo en el Romeo parece.

    Con todo al final la historia termina y me deja la sensación, para resumir, que todo el drama de Gisela es sólo la excusa, o el relleno para mostrar lo que de verdad el autor quería, que son esos detalles históricos, culturales de Angangueo, México, y las mariposas Monarcas. Pudo haber sido un libro estilo documentalista de plano, y tal vez habría quedado mucho mejor a mi gusto. Está bien escrito y todo, así que no sabría si catalogarlo de ''malo'' pero mentiría si dijera que lo recomiendo. Así que, a menos que gusten de ese tipo de lectura, advertidos están. Quien avisa no es traidor, jajajaja.


¡Felices lecturas para todos!
S. K. Seibert

No hay comentarios.:

Publicar un comentario